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Empieza la campaña electoral con un duro pulso entre Jordi Pujol y Pasqual Maragall

Jordi Pujol y Pasqual Maragall han iniciado a las cero horas de hoy la campaña electoral más reñida de los últimos 15 años. La carrera hacia el Palau de la Generalitat tuvo ayer un prólogo movido. El Gobierno de CiU reunió en el Palau Sant Jordi a unos 17.000 jubilados en un acto tachado de electoralista por la oposición. Los socialistas aprovecharon la concentración para repartir propaganda a favor de Pasqual Maragall, lo que provocó momentos de tensión.

Con este prólogo se inició una campaña en la que Pujol, el presidente catalán que aspira a su sexto mandato, y el ex alcalde de Barcelona Pasqual Maragall tienen dos semanas para deshacer el empate que algunos sondeos mantienen entre ambos. Junto a ellos, Iniciativa per Catalunya-Verds se ha alineado claramente con Maragall para poner fin a la etapa de 19 años de gobiernos de Convergència i Unió (CiU), mientras que el Partido Popular (PP) y Esquerra Republicana (ERC) luchan para convertirse en bisagra. Una larga precampaña, que Maragall comenzó hace más de un año, ha permitido al candidato socialista crear una coalición con independientes denominada Ciutadans pel Canvi y acortar la ventaja que CiU obtuvo en las elecciones autonómicas de 1995. En julio parecía que Maragall podría superar a Pujol. Pero tras las vacaciones los nacionalistas han puesto toda la carne en el asador, y un Pujol lanzado a recuperar terreno ha logrado dar la impresión de que las elecciones no están decididas cuando empiezan los 15 días de campaña electoral oficial. Poner toda la carne en el asador significa en este caso, por ejemplo, que en las últimas semanas se haya producido una cascada de decisiones gubernamentales destinadas a resolver viejas cuestiones pendientes, como la construcción del canal Segarra-Garrigues, una obra pública de la que se habla hace 200 años. Pujol pide al electorado cuatro años más de gobierno para conseguir más poder y más financiación para el gobierno de Cataluña, Maragall ha introducido en el debate catalán, frente a la potente maquinaria movilizada por CiU, propuestas nuevas que marcan una inflexión en la cultura de la izquierda catalana. Ha planteado una campaña financiada en buena parte por quienes apoyan su candidatura, y eso le ha llevado a organizar cenas con empresarios que han aportado cada uno 100.000 pesetas. Sus prioridades son la educación, el acceso al trabajo, la creación de oportunidades para quien quiera arriesgarse y tenga iniciativa. Ofrece una relación con España basada en la amistad y continuar el desarrollo del modelo autonómico por la vía del federalismo. PÁGINAS 4 a 7

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