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ELECCIONES CATALANAS

Maragall defiende en Madrid un proyecto de España basado en la amistad de sus pueblos

Enric Company

España como proyecto tiene que ser el proyecto de la amistad entre sus pueblos. Es la concepción de Pasqual Maragall, el candidato socialista a la presidencia de la Generalitat, y ayer la expuso en el Círculo de Bellas Artes de Madrid ante un público tan deseoso de que pueda aplicarla como presidente del Gobierno catalán como para firmar un manifiesto de apoyo a su candidatura desde la capital de España. Maragall comenzó aportando lo que pide y lo que propone: "Os traigo la amistad de Cataluña", dijo nada más tomar la palabra.

Uno de los empeños políticos de Maragall es rehacer la imagen de Cataluña en el resto de España, y viceversa, que considera dañadas por los casi 20 años de gobierno de Jordi Pujol. Lo planteó en Madrid en su condición, recordó, de "rompeolas de las Españas". Para ello pidió el apoyo activo a los asistentes, que habían acudido a la llamada de una plataforma de apoyo a su candidatura creada en Madrid por algunos antiguos amigos y compañeros de luchas políticas.La amistad es un sentimiento que hay que cuidar y trabajar para mantenerla en buen estado, argumentó Maragall, pero que en el caso de Madrid y Barcelona, y por extensión en el de Cataluña y el resto de España, tiene antecedentes de gran significación. El rival de Pujol tocó la fibra sensible de la audiencia, entre la que figuraban numerosos diputados y miembros del partido socialista, pero que estaba compuesta sobre todo por profesionales del ámbito de la cultura y las artes, cuando explicó que su oferta de amistad tomaba pie en un discurso de Josep Tarradellas en el duro otoño de 1936. "Tarradellas calificó a Madrid como ciudad mártir y ciudad amiga en un llamamiento a los catalanes, convocándoles a ayudar a la capital", dijo. Y esa petición podía hacerse, subrayó Maragall, porque como dijo entonces Tarradellas "ayudar a Madrid era ayudar a la República". Pero también, añadió, "en nombre de la amistad" entre los pueblos.

El catalán y el castellano

La amistad facilitará el reconocimiento de cada parte tal como es, sostuvo Maragall, y eso podrá culminar en el reconocimiento del idioma catalán como parte del patrimonio de todos los españoles, y del castellano como patrimonio de todos los catalanes. Pidió a los allí presentes que ayuden a que todos los españoles hagan suya esta riqueza y aseguró que si lo hacen Cataluña también lo hará con el castellano. "El catalán no es una piedra en el zapato de España, es una gran riqueza cultural para España", proclamó.

Maragall entiende que hay que crear el ambiente social y político propicio para esa fraternidad y cree que es condición necesaria para poder continuar el desarrollo del proyecto constitucional, que a su juicio debe ser un desarrollo federal. Para contribuir a esa tarea anunció su próposito de crear en Madrid el mayor centro cultural de Cataluña en Europa.

La Constitución, dijo, habla de las nacionalidades y los pueblos de España y hace del Senado la cámara de representación territorial, pero luego no le da ni la estructura ni la composición adecuada para ejercer como tal. Maragall recibió en este punto el apoyo del secretario general del PSOE, Joaquin Almunia, que aprovechó la ocasión para atacar a Aznar precisamente por haber descalificado el federalismo de Maragall. Almunia, además, expresó las esperanzas de todos los socialistas en una victoria de Maragall el próximo 17 de octubre. Hizo el elogio de Maragall como un alcalde cuya obra ha logrado un gran reconocimiento, incluso internacional, y afirmó que ha llegado ya la hora de que Cataluña "pase de tener un buen presidente, como ha sido Pujol a tener un gran presidente como será Maragall".

La presentación de Maragall corrió a cargo de Juan Ignacio Crespo, promotor de la plataforma para el entendimiento de la izquierda. No nos resignamos. Crespo destacó que Maragall ha conseguido ya en parte algo que esa plataforma pretende también para la capital de España: unir varias fuerzas de izquierda, superar el ámbito de los partidos formando una candidatura con una tercera parte de independientes, hacer que una tercera parte de ellas sean mujeres.

Muchos de los asistentes firmaban allí mismo el manifiesto de apoyo a Maragall. Entre los firmantes se cuentan Josefina Aldecoa, Roberto Bodegas, Miguel Bosé, Luis de Pablo, Adolfo Marsillach, Juan Genovés y Vicente Molina Foix. Al acto asistieron Eduardo Arroyo, Forges, José Luis Coll, Cristina Huete, Juan José Millás, Ramoncín y Eduardo Úrculo, entre otros. Había también muchos ex ministros socialistas, como Carmen Alborch, Juan José Eguiagaray, Enrique Múgica, Claudio Aranzadi, entre otros.

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