_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Franco y Rojo

Leo el día 21, en su periódico, la columna de Miguel Ángel Aguilar dedicada a los exiliados republicanos de 1939, que incluye este acertado comentario: "Para Franco eran, sin más, restos de la anti-España que debía ser aniquilada. Pero entre los exiliados, a los cuales se llegó a borrar hasta el registro civil y a privar de sus bienes, sus títulos y sus oposiciones limpiamente ganadas, a los que se depuró hasta de los colegios profesionales para impedirles toda actividad, se encontraban muchos de nuestros mejores en las ciencias, las humanidades, las letras, las artes, la música, la pintura, el periodismo". Lamento que Miguel Ángel se haya olvidado aquí de los militares y de lo que yo he dejado escrito en mi libro Franco y Rojo. Dos generales para dos Españas, que él ha leído y que conserva en su biblioteca. En ese libro (página 229) se afirma textualmente: "Como muchos de los hombres que formaron parte de las generaciones del 14 y del 27, artífices de lo que se ha denominado Edad de Plata de la cultura española, el general Rojo (ganador del Premio Villamartín, concedido a los autores militares) emigró a "las Américas" con su bagaje de conocimientos. Allí sabrían valorarlo debidamente, como a los componentes de las citadas generaciones. Allí aprovecharían lo que la España de Franco había desechado. Rojo reinició sus tareas de profesorado; publicó interesantes artículos en la prensa sobre temas bélicos, referidos, principalmente, a la Segunda Guerra Mundial; escribió una serie de libros, que le convierten, sin ningún género de dudas, en el tratadista militar español más notable de este siglo. (Citamos algunas de sus obras: ¡Alerta los pueblos!; España heroica; Así fue la defensa de Madrid; Elementos del ar-Pasa a la página siguiente

Viene de la página anterior

te de la guerra; El ejército como institución social; La guerra en sí; El imperialismo y las guerras mundiales; La guerra de mañana...). Todo esto se lo perdería la España franquista, donde la deformante enseñanza militar, basada en los métodos impuestos por el propio Franco en su época de director de la Academia General (1928-1931), forjó a unos oficiales con alergia a los libros, pero empapados de los degradantes modos del "militarismo dixoniano" y del fascismo. Una España en la que se abandonaría el estudio de los temas militares (en su dimensión humana y social, sobre todo) en beneficio de las desmesuradas loas a "la egregia figura del Invicto Caudillo" y lo que él representaba; al lado de lo cual, todo lo demás resultaba secundario o ridículo, cuando no peligroso o nocivo".-

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_