La policía francesa investiga la autoría de ETA en el robo de ocho toneladas de explosivos

La policía francesa investiga si ETA es la autora del robo de ocho toneladas de dinamita industrial y otras cinco toneladas de detonadores y mechas en una empresa de Bretaña (Francia). El asalto fue perpetrado por entre seis y ocho personas armadas y encapuchadas en la factoría Titanite, en la localidad de Plévin, tras reducir a un vigilante y a otros tres empleados. La Policía Judicial buscaba ayer huellas en una de las furgonetas robadas, que el comando dejó con una tonelada de explosivos a un kilómetro del almacén. Alguno de los asaltantes se expresaba en español.

Un comando armado formado por seis u ocho individuos encapuchados robó ayer en la Bretaña francesa ocho toneladas de explosivos, además de 11.100 metros de cordón detonante, 1.142 detonadores pirotécnicos y 4.612 detonadores eléctricos en la empresa privada Titanite, SA. Aunque no hay pista alguna sobre la autoría del robo, los investigadores franceses se inclinan por atribuir la acción a un grupo terrorista y, particularmente, a ETA. El material sustraído es dinamita industrial destinada a la construcción de carreteras y otras obras públicas.Uno de los indicios que apunta a ETA es el hecho del fuerte asentamiento de militantes y simpatizantes de esta organización en Bretaña, donde ha contado en los últimos años con abundante infraestructura. Además, fuentes policiales recuerdan que, en noviembre de 1995, un comando de la organización terrorista vasca fracasó en su intento de asaltar otro polvorín situado en Fleurigne.

Diversas agencias informativas aseguraban ayer que uno de los empleados del almacén de explosivos de Plévin, localidad de Côtes d´Armor, declaró haber escuchado cómo uno de los asaltantes urgía en español a un compañero diciéndole "venga, venga" cuando el grupo se daba a la fuga. La policía francesa comunicó este mismo dato a fuentes policiales españolas. Sin embargo, otras fuentes de París afirmaron a EL PAÍS que ningún empleado ha testificado haber oído hablar en castellano a los asaltantes.

Todas las posibilidades

Portavoces de la Dirección General de la Seguridad, consultados por este diario, indicaron que hasta el momento no hay indicio alguno que permita atribuir el robo a una organización terrorista concreta. "Por lo que sabemos, los ladrones no pronunciaron ninguna palabra en español. Es una lástima porque eso nos simplificaría mucho el problema ¿no le parece? De momento", subrayaron, "no tenemos elementos que nos orienten hacia el terrorismo vasco, el bretón, el corso o el islámico y tampoco podemos descartar que haya sido obra de delincuentes comunes".

Otras fuentes policiales francesas indicaron que, si bien ETA ocupa un lugar destacado en el abanico de las sospechas -por las características de la acción y por el hecho de haberse perpetrado en la Bretaña-, tampoco puede descartarse ninguna otra opción. "Los del comando no han venido con el Zutabe [publicación de ETA] bajo el brazo ni diciendo kaixo [hola]. Tampoco hay que fantasear", añadieron.

Expertos de la Policía Judicial (PJ) francesa trabajaban ayer tarde tratando de localizar huellas en una de las furgonetas robadas, propiedad de un empleado de la empresa, que el comando abandonó cargada con una tonelada de explosivos a un kilómetro escaso del almacén de Plévin.

El asalto se produjo poco después de las seis de la madrugada de ayer, cuando tres empleados de la compañía Titanite S.A. cargaban los explosivos en las furgonetas de reparto para entregarlos en distintas obras de construcción de carreteras.

Los asaltantes, entre los que podría haber una mujer, demostraron tener un conocimiento bastante preciso del funcionamiento de la empresa. Irrumpieron pistola en mano en el almacén e inmovilizaron al guarda jurado y a los otros tres trabajadores que cargaban los vehículos. Llevaban guantes e iban equipados de radiotransmisores para comunicarse entre ellos. Tras atar a los empleados, sin ejercer más violencia, los integrantes del comando, no menos de seis, según todos los testimonios, terminaron de cargar los explosivos y abandonaron el lugar llevándose dos camionetas (una de la marca Iveco y otra Renault), además de tres automóviles y una furgoneta pertenecientes a la empresa.

Durante su huida, uno de los vehículos perdió 10 cajas de explosivos, que posteriormente fueron recuperadas. Efectivos de la Gendarmería rastrearon las carreteras, pero sólo localizaron una furgoneta Citroën que el comando abandonó tras averiarse.

Las pesquisas proseguían anoche, dirigidas por la 14 sección de la Policía Judicial de París, junto con la División Nacional Antiterrorista. Esto último refuerza la impresión de que las autoridades francesas buscan a un grupo terrorista como autor del atraco.