Dos detenidos en Sevilla por poner en circulación fotocopias de billetes
Las sospechas del propietario de un bar en el sevillano barrio de Triana después de que una clienta le pagara una consumición con un billete de 2.000 pesetas bastante peculiar han acabado con la detención de la citada mujer y de un hombre que, según la policía, se dedicaban a fotocopiar billetes para después pagar sus gastos con las burdas réplicas del dinero. Los agentes que ejecutaron la detención encontraron en poder de los acusados 408.000 pesetas en fotocopias de billetes de 1.000, 2.000 y 5.000 pesetas. Diana Teresa Carmen P. G. O., de 44 años, y Alfonso G. A., de 47 años, se habían montado un pequeño taller clandestino en un piso de Triana para falsificar dinero, aunque mejor se podría decir multiplicar, pues el método era descuidado y totalmente alejado de los resultados que obtienen los falsificadores profesionales. El papel moneda es uno de los principales obstáculos a la hora de reproducir billetes. A la calidad especial de este tipo de papel se une ahora la introducción de pequeñas bandas metálicas o magnetizadas para distinguir lo auténtico de la reproducción. El papel utilizado por los detenidos en Sevilla era bastante burdo y el simple tacto era suficiente para que un posible receptor se diera cuenta del fraude. Además, no se molestaron ni en cambiar los números de serie de los billetes fotocopiados, lo que facilitó la búsqueda y la vinculación de las réplicas detectadas en diversos puntos de Sevilla con un único fabricante. La descripción del propietario del bar de Triana fue tan minuciosa que permitió a la policía identificar a la ahora acusada con la mujer que fue detenida por un delito similar el 16 de mayo en El Puerto de Santa María, en un operativo en el que también se apresó a un ciudadano italiano. La normalidad con la que los acusados usaban las copias de dinero quedó patente el día de la detención. Los agentes le esperaban a la puerta de su casa, cuando el presunto falsificador se bajó de un taxi e intentó pagar con la fotocopia de un billete de 2.000 pesetas. Entre los objetos decomisados -fotocopiadora, lámpara de infrarrojos... - destaca una foto de Alfonso G. A. mientras prende un cigarrillo con un billete en llamas. Se supone que falso.
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