_
_
_
_
_
URBANISMO

Los geólogos reclaman mayor participación en los proyectos urbanísticos en áreas proclives a los sismos

Geólogos de diversas universidades y centros de investigación europeos han reclamado este fin de semana, en Alicante, una mayor participación en la toma de decisiones a la hora de abordar proyectos urbanísticos que impliquen obras de infraestructuras o edificaciones en zonas geográficas susceptibles de sufrir inundaciones o terremotos. "Hasta ahora nuestra implicación se limita a emitir informes, no vinculantes, sobre la idoneidad o no de edificar en determinadas zonas y de cómo se han de concebir las construcciones", señaló Juan Ignacio Santiesteban, profesor de la Complutense de Madrid, que junto a otros sesenta científicos ha participado en el 11º Congreso Internacional de Sociedades Geológicas Europeas. Santiesteban descartó una relación directa entre los últimos movimientos sísmicos que han azotado distintas zonas del planeta como Turquía y Grecia, o el último de Taiwan. "Los dos primeros sí que podrían tener relación por encontrarse en el mismo sistema de fallas, pero el tercero responde a un hecho casual ya que pertenece a otra placa tectónica diferente", explico. El investigador de la Complutense resaltó que las zonas de mayor riesgo de movimientos sísmicos de España son Andalucía y el Sureste. "Pero es difícil que se lleguen a producir terremotos de la intensidad de los antes mencionados; al menos históricamente nunca se ha registrado", precisó. Santiesteban, al igual que su colega Jorge Cívis, presidente de la Sociedad Geológica de España, incidió en la imposibilidad científica de predecir los terremotos. "Podemos minimizar los riesgos en base a estudios de periodos anteriores, pero nunca predecir cuándo se va a registrar un terremoto, a pesar de la excelente red de observatorios sísmicos que tenemos en España", aseguraron. Jorge Cívis resaltó la necesidad de realizar estudios más profundos sobre los riesgos geológicos para tomar las medidas preventivas oportunas. "Aunque a veces es evidente que no se tiene en cuenta ni las experiencias más cercanas. Por ejemplo, en zonas donde se han producido inundaciones se vuelven a levantar edificaciones", razonó. Mientras, Antonio Estévez, catedrático de Geología de la Universidad de Alicante, destacó la importancia de la construcción, tanto en el apartado de la calidad de los materiales como en el de la estructura de los edificios, para aminorar las consecuencias de un desastre natural como un terremoto, tanto en daños materiales como en perdidas humanas. "En zonas susceptibles de ser afectadas por movimientos sísmicos los arquitectos han de apostar por estructuras geométricas homogéneas y olvidarse un tanto de los alardes que estéticamente pueden resultar vistosos, pero que conllevan un mayor riesgo de desplome en caso de un terremoto", comentó Estévez. Estévez incidió en la fuerza de los fenómenos naturales cuando se presentan en plena intensidad. "Las obras antirriadas pueden ser efectivas hasta cierto punto", dependiendo siempre de la intensidad de las lluvias.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_