La crisis en Aguas de Valencia encarece la liquidación de la concesión

Liquidar la concesión del abastecimiento de agua potable de la ciudad de Valencia, que explota desde 1904 Aguas de Valencia (AVSA), es ahora más caro que hace 14 meses, cuando estalló la crisis en la compañía. El cálculo de la liquidación, que el Ayuntamiento de Valencia, titular del servicio, debe pagar cuando expire el contrato en el 2002 está ligado al precio de las acciones de AVSA y éste ha crecido cerca del 50% a raíz del conflicto societario.

Aguas de Valencia, concesionaria desde principios de siglo del servicio de agua potable de la ciudad, ha ganado terreno al Ayuntamiento en su deseo de renovar el contrato por otros 50 años. Vista la decisión de la alcaldesa de Valencia, la popular Rita Barberá, de renovar la concesión antes de que expire el plazo del actual contrato, previsto para el 2002, al Ayuntamiento le resulta hoy más costoso liquidar las inversiones realizadas por AVSA por la revalorización en un 50% de sus acciones. El precio de los títulos ha crecido de las 4.000 pesetas de julio de 1998 a las 6.000 de la actualidad a causa del enfrentamiento entre el Banco de Valencia y BSCH con el grupo francés Bouygues. Una de las cláusulas del contrato de abastecimiento liga la liquidación que AVSA recibirá cuando concluya la concesión a la cotización de la sociedad en bolsa. "Las inversiones realizadas por Aguas de Valencia que no se hayan amortizado, vía tarifa, durante la concesión, se liquidarán afectadas, en un 50%, por el coeficiente resultante de dividir el valor de la cotización en bolsa de las acciones de la sociedad y su valor nominal", recoge el artículo. Esta fórmula produce un elevado grado de incertidumbre sobre la cantidad total que la ciudad debe abonar a Aguas de Valencia por rescatar el servicio del agua, lo que aumenta las opciones de la sociedad presidida por el naviero Vicente Boluda a renovar el contrato por otro medio siglo. Los grupos de la oposición en el Ayuntamiento de Valencia exigen al equipo de gobierno de Barberá que constituya con urgencia la prometida comisión del agua. PASA A LA PÁGINA 4