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O´Higgins

NEGRITASBernardo O´Higgins, considerado padre de la patria chilena, se ha quedado sin placa en la casa donde vivió cuatro años en Cádiz, allá hacia 1802. Y eso es una contradicción en una ciudad declaradamente plaquista y en una sociedad que ha hecho de ello un género. Cádiz, la mar de placas, bromean algunos. Las hijas de la Caridad, que regentan la Fundación Casa Oviedo, han decidido eliminar la huella de mármol de la pared exterior de la finca de la Plaza de Candelaria, esquina Montañés. Las religiosas atienden en la casa a un grupo de señoras mayores y, según ha explicado la superiora, la placa era un engorro: "los turistas se adentraban en la finca buscando más recuerdos del que fue también virrey de Perú y no encontraban nada". De momento, la placa se ha hecho añicos durante la reforma de la fachada. El concejal de Cultura, el popular Antonio Castillo va a entrevistarse con las monjas para interesarse por el asunto y el cónsul honorario de Chile en Cádiz, Evelio de Igunza León ha mostrado su sorpresa y su pesar. Buena parte de la cultura gaditana es el rastro americano que luce en las paredes. En forma de placa está Mexía Lequerica, que fue diputado doceañista, y como estatua ecuestre Simón Bolívar y San Martín, quien con cuya ayuda O´Higgins declaró la independencia chilena. La casa del presidente de la República Argentina Bernardino Rivadavia, donde estuvo el consulado de ese país hasta hace poco, es hoy sala de exposiciones de la Diputación. Es la misma ciudad a la que llegó el cubano José Martí, que tiene busto en la Alameda, aunque los lazos con Cuba son omnipresentes. Los hermanos Labajo Altamirano se han encargado este verano de refrescar las relaciones que unen a Cádiz con la Habana. Invitados por el Gobierno de la isla han cantado por las calles de la capital antillana con su chirigota. "Hemos ido a estrechar lazos y a apoyar la revolución". Su chirigota, desde luego, no coquetea con la ambigüedad: debutaron el concurso del Teatro Falla en 1996 con el nombre de Ya están aquí, ataviados con traje de chaqueta, la mano alzada a la romana y una enorme gaviota popular sobrevolando la cabeza. El pasado año, con La familia bien, a Dios gracias, parodiaron a la familia real española al completo. Para el 2000 anuncian Paso de Cádiz, basada en las imágenes religiosas que procesionan en la capital gaditana. Seguro que enciende más polémica que la retirada de la placa de O´Higgins. ANTONIO HERNÁNDEZ-RODICIO

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