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Joaquín Sabina presenta un disco "lleno de caos e incoherencia"

Joaquín Sabina (Úbeda, 1949) está de actualidad por la reciente edición de 19 días y 500 noches (BMG), su undécimo elepé. La presentación de sus 13 canciones es el motivo que acerca al conocido cantautor al Pabellón Anaitasuna de Pamplona (hoy; 22.00), a La Casilla bilbaína (domingo; 21.00) y al polideportivo Anoeta de San Sebastián (17 de octubre; 21.00). Inicialmente, los recitales en las capitales vascas estaban anunciados en el Palacio Euskalduna (2.000 espectadores) y en el Kursaal (1.800), si bien su traslado a los recintos deportivos ha permitido doblar el aforo. En el cambio de ubicación habrá influido seguramente el ritmo de ventas de 19 días y 500 noches, que ha despachado alrededor de 200.000 ejemplares en sólo dos semanas, demostrando que el artista aún despierta las simpatías de númerosos aficionados enganchados a su poesía. Y es que Sabina continúa explotando su vena poética, vertiendo opiniones en cada frase, recreándose en la descripción de la canallesca fauna noctámbula y prestando atención al sexo. A los 50 años ("cuarenta y diez", dice él a modo de eufemístico consuelo), mantiene tanto el tono melancólico como la mordacidad, y en lo musical se atreve con rumbas, rancheras, ecos de son cubano, rap inofensivo marca de la casa e incluso guiños a los Rolling Stones y a Tequila. Una variedad que lleva al autor a definir su último trabajo como una obra "llena de caos e incoherencia". "Es muy austera, muy íntima, con un sonido muy poco maquillado", añade. Balance El disco llega una vez pasada la marejada que provocó su sonada ruptura con el argentino Fito Páez, con quien grabó Enemigos íntimos. "Ese disco no lo considero un paso en falso, aunque considero que podía haber hecho otras cosas durante ese año. Pero la verdad es que estuve ocho meses en Buenos Aires, escribí bastantes de las canciones del nuevo disco y lo pasé muy bien con Fito, sólo que estamos demasiado lejos estéticamente: él tiene unas tendencias muy barrocas y yo soy de pueblo", dice Sabina descubriendo su incompatibilidad. "Para cualquiera que escribe canciones, los 50 años es un buen tema para hacer una especie de balance. Yo lo que quería hacer era una broma, pero no es fácil hacer bromas con el implacable paso del tiempo y entonces la canción me salió más sentimental de lo que hubiera querido. Yo quería burlarme de la Pálida Dama, lo que pasa es que es una hija de puta y no se deja hacer bromas. Mejor no salir con ella" asegura el jiennense refiriéndose al tema A mis 40 y 10, que iba a titular originalmente el disco y en el cual habla de ataúdes, misas y tumbas. [La gira española del grupo de ska The Skalatones ha sido suspendida debido al escaso éxito de su periplo europeo. Por lo tanto, el octeto sueco no actuará hoy en la sala Bilborock como estaba previsto].

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