Muere George C. Scott, el actor que rechazó el Oscar por 'Patton'
El intérprete falleció ayer, a los 71 años, en Los Ángeles
George C. Scott, el actor que rechazó el Oscar que la Academia le concedió por su interpretación del general George S. Patton, murió ayer a los 71 años en su casa, cerca de Los Ángeles. La familia no dio detalles de las causas del fallecimiento. Scott desarrolló una prolífica carrera como actor de cine y teatro. Sobre las tablas adquirió gran prestigio con su interpretación de papeles clásicos. Ante la cámara se especializó en papeles de hombres enérgicos. Pero él despreciaba el cine. "Lo hago sólo por dinero", reconoció. Vivió a toda prisa: se casó cinco veces y otras cinco veces le rompieron la nariz en riñas de taberna.
George C. Scott (la C, a la que renunció, era de Campbell) había nacido en Wise (Virginia) en 1927. Se hizo actor tras darse cuenta de que no tenía talento suficiente para escribir. Dejó la universidad y se enroló en pequeñas compañías con las que recorrió el país durante siete años. A los 30 años le llegó su gran oportunidad. No la desaprovechó. Debutó en Nueva York (con Ricardo III) y dos años después participó en su primer filme, El árbol del ahorcado. Desde entonces no paró de trabajar. Scott rodó más de 70 películas (unas 30 de ellas para la televisión) y actuó en una veintena de obras. Este mismo año intervino en dos telefilmes.Ya desde el principio, Scott viajó por el mundo del espectáculo con el acelerador pisado a fondo. En sus dos primeros años en Nueva York trabajó en tres obras. Por las tres fue galardonado. Entonces aún no había formado su singular opinión sobre los premios. Con el paso del tiempo empezó a sentirse muy incómodo teniendo que competir con los compañeros. Por este motivo rechazó el Oscar que le concedió la Academia en 1971 por su actuación en Patton. Los oscars "se han convertido en un parque de atracciones internacional donde las carreras de los actores viven o mueren en función de si ganan o no el premio", comentó en cierta ocasión. Pero la Academia se lo perdonó y al año siguiente volvió a incluirle entre los aspirantes al Oscar al mejor actor, en esta ocasión por El hospital, que no ganó.
Teatro
Scott fue Abraham en La Biblia, de John Huston (1966), y el jactancioso general Buck Turgidson en la parodia de la guerra fría que Kubrick firmó en Dr. Strangelove (1964). Dos años después de su triunfo en Patton (1970) se atrevió a ponerse detrás de la cámara e hizo dos películas como director, Rage (1972) y El salvaje está suelto (1974). Pero, decididamente, el cine no le gustaba. "Hacer películas es tedioso. Sólo lo hago por dinero. Yo tengo que trabajar en el teatro para estar sano", solía reconocer. De hecho, su sólido prestigio como actor lo forjó sobre las tablas, por ejemplo, protagonizando La muerte de un viajante, de Arthur Miller. "Cuando él hacía una obra se sabía no sólo su papel, se sabía todos los papeles palabra por palabra", recordaba ayer su secretario, Pat Mahoney.
La noticia de su muerte la dio la mujer de su secretario, quien no ofreció más detalles. Ayer se le iba a practicar una autopsia. "Estamos tratando de saber qué ha pasado", comentó. El actor se encontraba en su casa de Westlake Village, unos 65 kilómetros al noroeste de Los Ángeles, y allí le encontraron muerto sus colaboradores cuando fueron a visitarle. En 1996, los médicos le descubrieron un aneurisma en su corazón, recordó uno de ellos.
Scott se casó cinco veces, dos de ellas con la misma mujer, la actriz Colleen Dewhurst. Se casaron en 1960, se divorciaron en 1965 y volvieron a casarse dos años después. En la segunda etapa de su relación, que duró otros cinco años, el actor vio nacer a sus dos únicos hijos. Las otras tres mujeres con las que compartió su agitada vida también estaban relacionadas con el mundo del espectáculo.Scott seguía siendo un duro fuera de la pantalla. Su afición a la bebida le animó a meterse en riñas de taberna de las que salió con las narices rotas en cinco ocasiones. Hace pocos años, su asistente personal, una joven de 26 años, le denunció por acoso sexual. Cuando la actriz Mauren Stapleton confesó en 1968 al director Mike Nichols que le asustaba estar con Scott, el director replicó: "Querida, todo el mundo teme a Scott".
Babelia
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