El juez condena al ex edil Carmona a devolver el dinero de un cohecho

Francisco Jiménez Carmona, el ex concejal del PP en el Ayuntamiento de Granada declarado culpable de cohecho por un jurado, tendrá que devolver las 250.000 pesetas que le cobró a un empresario, "como donativo para el PP", a cambio de "suavizar" la presión que sufría su local de copas por las continuas denuncias a causa del ruido. El ex concejal fue condenado ayer, además, a dos años de inhabilitación para ejercer un cargo público y al pago de 500.000 pesetas de multa.

El juez que dictó sentencia, Juan José Sáenz Soubrier, impuso la pena que había solicitado el ministerio fiscal durante el juicio, que se celebró la pasada semana y que concluyó con un veredicto del jurado de culpabilidad para Jiménez Carmona. El juez obliga al ex concejal, que fue expulsado del PP a raíz de este escándalo, a devolver las 250.000 pesetas que logró cobrar del empresario y que deberán ser ingresadas ahora en el Tesoro Público. Los hechos ocurrieron en octubre de 1996 cuando José Carlos Sáez, dueño del local Fondo Reservado, abordó un día en la calle a Jiménez Carmona, que era entonces concejal de Medio Ambiente, y le habló de los problemas que estaba sufriendo su pub por las reiteradas denuncias de un vecino a causa de los ruidos. El concejal le replicó que los problemas debían solucionarse utilizando los trámites legales. Donativo Unos días después, sin embargo, José Carlos Sáez recibió una llamada de Jiménez Carmona en la que comentó que la situación del local podría "suavizarse" a cambio de que el empresario entregase un donativo de 500.000 pesetas para el Partido Popular. Sáez sólo contaba con la mitad del dinero y ambos acordaron encontrarse al día siguiente frente al local. El dueño explicó en el juicio que se sentía atemorizado por la actitud de Carmona y que por eso accedió a darle el dinero. Antes de hacerlo le explicó la situación a un empleado y le pidió que fuese testigo de la entrega, que se realizó por la noche, en un sobre y de manera disimulada. A los pocos días, Jiménez Carmona volvió a llamar para que el empresario pagara el resto del dinero, a lo que éste se negó. Pocos días después se personaron en el local varios funcionarios de la concejalía de Medio Ambiente y abrieron un expediente sancionador que terminó en el cierre del local durante varios meses y una multa de un millón de pesetas. El juez, en su sentencia, rebate la argumentación de la defensa, que exigía que no se le impusiera condena al no haberse dejado claro qué acto realizado por Carmona implicaba el delito de cohecho. Según el magistrado, el hecho de anunciar que iba a "suavizar" la situación del local ya es un acto ilegal de por sí. Jiménez Carmona, que salió absuelto en otro juicio por un hecho parecido, tiene pendiente otro proceso más.