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El nuevo récord del déficit comercial de EEUU provoca la caída generalizada de las bolsas

El déficit comercial de Estados Unidos volvió a agigantarse en julio, alcanzando 25.200 millones de dólares (23.940 millones de euros), unos 1.500 más de lo esperado. Es el sexto mes de los siete primeros del año en que esa cifra bate marcas. La voracidad de la demanda, que provocó una nueva masiva importación, hace temer un recalentamiento económico y un debilitamiento del dólar. Ello llevó a la Bolsa de Nueva York a registrar una fuerte caída, del 2,08% (225,50 puntos). Las plazas europeas también tuvieron considerables recortes y Madrid volvió a situarse en pérdidas anuales.

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Retroceso del dólar

La fuerte caída del índice Dow Jones reflejó la inquietud provicada por el nuevo récord del déficit comercial. Lo curioso del caso de julio es que ese mes también crecieron las exportaciones, en un signo positivo de mejora de la situación económica global en el planeta. Pero la sed en EE UU por todo tipo de productos extranjeros anuló ese incremento de las exportaciones y ahondó la brecha comercial.La cifra difundida ayer supone la superación del récord establecido en junio, cuando el déficit comercial se situó en 24.600 millones de dólares. Sólo en abril no hubo máximo. La Reserva Federal podría tener ahora un nuevo argumento para subir sus tipos de interés por tercera vez consecutiva en su reunión del próximo 5 de octubre.

Aunque el dato de inflación de agosto -una subida del IPC del 0,3% y del 0,1% si se descuenta la energía y los alimentos- fue muy positivo, el constante crecimiento del déficit comercial inquieta a la Reserva Federal. "Estados Unidos está produciendo al máximo de sus posibilidades y, mes tras mes, es incapaz de satisfacer la demanda de sus ciudadanos", dijo ayer Christopher Low, economista del First Capital Markets. "La Reserva Federal debe estar sintiendo la tentación de frenar esa demanda encareciendo el precio del dinero", añadió Low.

El extraordinario gasto en consumo está sustentado en el nivel de desempleo más bajo en tres décadas, un incremento de los ingresos de las familias, unos tipos de interés bajos y las ganancias más extraordinarias de todos los tiempos en Wall Street.

Consumismo

Pero el excesivo consumismo no puede mantenerse de modo indefinido y podría minar la prosperidad norteamericana. La fortaleza internacional del dólar, que ayer se depreció frente al yen, es también una de las víctimas potenciales de la gigantesca brecha comercial estadounidense.

Estados Unidos volvió a ahondar en julio su foso comercial con sus principales socios asiáticos. El déficit con Japón alcanzó un nuevo récord de 6.800 millones de dólares, y con China se situó en 6.300 millones de dólares. La principal potencia económica del planeta también ahondó su desequilibrio comercial con Canadá y la Unión Europea.

En el caso europeo, las exportaciones a esa área decrecieron en julio y se incrementaron las importaciones. La brecha de EEUU con Europa occidental se amplió desde los 4.940 millones de dólares de julio a 6.820 millones de dólares (el 38,2%).

William Daley, secretario de Comercio, exhortó ayer a los socios de EE UU a abrirse más a los bienes y servicios de EE UU, para "aportar un mayor equilibrio al mercado global". Daley advirtió de que la persistencia del déficit comercial estadounidense puede reforzar a los sectores proteccionistas de la superpotencia y provocar una reacción del Congreso contra los intereses comerciales europeos en particular. Las importaciones de EE UU subieron el 1% en julio, hasta un máximo histórico de 104.200 millones de dólares. Los productos petroleros, los automóviles, los aviones y los bienes de consumo doméstico estuvieron a la cabeza de ese fenómeno. Pero también se incrementaron en un 0,5% las exportaciones, hasta los 79.040 millones de dólares, en especial las de equipos médicos, bienes de consumo, semiconductores y computadoras.

A lo largo de los siete primeros meses de este año, el déficit estadounidenses sumó un total de 143.900 millones de dólares. En el mismo periodo del año anterior fue de 90.000 millones. Daley dijo que esa tendencia puede continuar en lo que queda de año. Al ritmo actual, el déficit de este año superará en mucho al del pasado, que fue de 164.300 millones de dólares.

Reacción negativa

En la negativa reacción de Wall Street, que registró una de las mayores caídas del año ( 2,08%, 225,50 puntos) influyeron además otros factores, como el anuncio de Apple Computer de que sus beneficios pueden bajar entre el 20% y el 30% en el actual trimestre, que finaliza el 30 de septiembre. Los analistas habían estimado unas ganancias de 76 centavos de dólar por acción y la compañía espera que sean de 42 o 48 centavos. Las acciones de Apple Computer bajaron más del 10% en algunos momentos de la sesión, hasta 71 dólares.

La apertura a labaja de Nueva York afectó con fuerza a los mercados de valores europeos, que sufrieron caídas que superaban el 1%, con la excepción de la Bolsa de Madrid. Londres caía el 1,64%; París, el 1,44%, y Francfort, un 1,29%. La Bolsa de Madrid, que perdió el 0,93%, ha vuelto a entrar en pérdidas en lo que va de año. Ayer, con 866,35, se situó por debajo del índice de final de 1998 (867,80), lo que supone un descenso del 0,17%.

El temor de los inversores europeos a una nueva tanda de desajustes en los mercados de divisas y en las bolsas está justificado por las primeras reacciones del yen frente a las grandes divisas, el dólar y el euro, que recuerda las tensiones de la crisis vivida el año pasado.

Las reacciones de los mercados de valores se centran en las evoluciones de Wall Street, que en los últimos meses ha sufrido numerosas críticas debido a la inusual altura de las cotizaciones. Los inversores se muestran muy inseguros ante los constantes ataques que ha recibido la Bolsa y responden con ventas ante cualquier dato económico que les suene a desequilibrio, y éste del déficit comercial es un buen ejemplo.

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