Fraga asegura al secretario general que no quiere un vicepresidente en Galicia

Javier Arenas, secretario general del PP, mantuvo en la mañana de ayer una conversación telefónica con el patrón y fundador del partido, Manuel Fraga, presidente de la Xunta, en la que éste desmintió tener "previsto en su agenda" promover la figura de un vicepresidente del partido en Galicia. Fue, al parecer, el propio Fraga quien el sábado afirmó públicamente dos veces que creía "necesario" ese puesto, y por tanto un número dos para el PP gallego, cuando se le preguntó por la idea del ministro de Sanidad, José Manuel Romay, de impulsar al cargo de presidente adjunto a Mariano Rajoy, titular de Educación.Fraga precisó el sábado que el puesto de presidente adjunto no existe en los estatutos del PP, que los dos ministros gallegos (Rajoy y Romay) seguirían como presidentes honoríficos y que para ser vicepresidente se requería una persona sin ocupaciones en Madrid y con dedicación exclusiva para Galicia.

Esas frases sirvieron para que se volviese a especular con que el futuro de Xosé Cuiña, el polémico exsecretario general del PP gallego durante los últimos 10 años, no estaba tan sentenciado como parecía cuando anunció su abandono a finales de verano.

Este verano, desde la dirección del PP se remitió a Galicia el modelo orgánico aprobado en el congreso nacional de enero, con el presidente, secretario general, los vicesecretarios, coordinadores nacionales y secretarios ejecutivos. No hay sitio para vicepresidentes. Aunque Arenas admitió ayer que Fraga había anticipado los cambios que se aplicarán en Galicia y que suscribirán los compromisarios en el congreso del 3 de octubre, también dejó la puerta abierta a alguna "novedad". Fuentes del PP reconocieron que esas sorpresas serán menores porque lo relevante está ya marcado.

En el País Vasco, por su parte, la división casi endémica del partido en Guipúzcoa se complicó ayer de nuevo. Una serie de compromisarios críticos con la actual dirección impugnaron por diversas irregularidades las votaciones para asistir al congreso regional. Mientras, desde la cúpula del PP, se trabajaba a fondo para imponer la candidatura de María San Gil en sustitución de Ricardo Hueso en el futuro congreso provincial, que se aplazará, como los demás, para después de las elecciones generales.