Normalidad en las marchas contra y a favor del alcalde de Hondarribia

Diez días después de que el Alarde Hondarribia acabara como el rosario de la aurora, los partidarios y detractores de que el desfile sea mixto se manifestaron ayer con absoluta normalidad. La una y la otra se desarrollaron a más de cien kilómetros de distancia. Unos, los que acusan al alcalde, Borja Jáuregui (PNV), de la crispación popular en torno al Alarde, acudieron a Bilbao para hacer oír su protesta en la reunión de la Asamblea de Electos Vascos. Jáuregui era hasta ayer miembro de la permanente de la Asamblea. Los miembros de la compañía Jaizkibel, a la que la Ertzaintza impidió participar en el Alarde, se concentraron ante el Palacio Euskalduna vestidos como el día del desfile. Los otros, cientos de personas defensoras de la postura del regidor, se manifestaron en Hondarribia. Estos optaron atender la petición del alcalde de que no se trasladaran a Bilbao "porque sería seguir el juego" a los colectivos que defienden la participación femenina como escopeteras. Los manifestantes desplegaron pancartas en las que se podían leer lemas como "Hondarribia, con su alcalde" y "Charo Arteaga, dimisión", en referencia a la directora del Instituto Vasco de la Mujer-Emakunde, quien siempre ha mostrado su apoyo a los mujeres que quieren desfilar como soldados tanto en Irún como en Hondarribia. Durante la marcha que abarrotó la calle mayor del pueblo, se corearon gritos contra Arteaga y también contra Garbiñe Biurrun, magistrada de la Audiencia de Bilbao y miembro de la compañía mixta Jaizkibel. Al menos diez personas resultaron heridas leves en el Alarde de Hondarribia, el día 8.