Pro-Río denuncia la proliferación de zonas de cultivo junto al Segura pese a la escasez de agua El colectivo en defensa del Segura reclama que no se autoricen nuevas roturaciones

El presidente de Pro-Río Segura, José Antonio Muñoz Grau, denunció ayer el incremento de zonas de cultivo en La Vega Baja, en un momento en que ni siquiera hay agua para satisfacer los cultivos ya asentados en esta comarca agrícola, e hizo corresponsable de esta situación a la Administración, que, con sus reiterados anuncios de trasvases, "está creando expectativas a la implantación de nuevas rotulaciones". El colectivo en defensa del Segura afirma que hay especuladores que están adquiriendo terrenos de cultivo a bajo precio para lavar dinero negro.

"Se están comprando terrenos en La Vega Baja a cuatro duros", para roturarlos y crear nuevas zonas de labranza, denunció el dirigente Pro-Río. Esos campos de nueva creación se riegan con agua extraida de acuíferos subterráneos que se nutren del Segura. "Quien saca agua de los pozos paralelos al río está robando al Segura", sentenció Muñoz Grau. A su entender, los reiterados anuncios de nuevos trasvases que realiza la Administración están creando muchas expectativas entre los especuladores, quienes "compran terrenos de uso agrícola para lavar dinero negro", en algunos casos procedente del desarrollo urbanístico de Torrevieja y la franja costera de Orihuela. Aunque el incremento de zonas de cultivo se ha registrado a lo largo y ancho de La Vega Baja, Pro-Río concretó el caso de la pedanía de Hurchillo (Orihuela), donde apenas queda ya un palmo de terreno sin cultivar. Para evitar eso, la Administración debe poner coto a nuevas roturaciones, como única vía de no crear más necesidades de agua en la comarca que más tarde habrá que satisfacer y que restan caudal al río, reclama la plataforma en defensa del Segura. "La Administración está originando una sequía estructural con sus irresponsables anuncios de nuevos trasvases", recalcó Muñoz Grau, quien considera que mientras no haya una nueva gestión del agua, ésta estará en manos de los especuladores. Lo que debe hacer la Administración es, a su juicio, garantizar de una vez por todas un caudal ecológico para el Segura, procurar el riego a los cultivos ya asentados y eliminar cualquier atisbo de riesgo para la salud de las personas. Pro-Río analizó este problema en su reunión del pasado martes y lo expondrá en la próxima reunión de la mesa de seguimiento del Segura, después de abordarlo con el resto de plataformas ciudadanas de la comarca. A esa mesa, presidida por la Consejería de Obras Públicas e integrada por la Administración estatal, la comunidad murciana, diversos ayuntamientos de La Vega Baja y colectivos en defensa del Segura, Pro-Río llevará también el problema generado por el encauzamiento del río a su paso por Orihuela y Rojales. "Esas obras para evitar las inundaciones se ejecutaron mal", dijo Muñoz Grau, puesto que "el fango se acumula en el fondo y provoca olores insufribles". El colectivo planteará en la reunión la necesidad de modificar el encauzamiento en estos dos puntos "como medida complementaria a las actuaciones globales para sanear el río".