La amenaza del huracán Floyd provoca el mayor éxodo en la historia de Estados Unidos
El desplazamiento del huracán Floyd por la costa este de EEUU ha provocado la evacuación de más de tres millones de habitantes de las zonas que bordean el Atlántico. Las peores consecuencias llegarán cuando el fenómeno meteorológico entre en tierra firme si las condiciones atmosféricas no le hacen cambiar de rumbo. La trayectoria del huracán hacia el norte del país ha precipitado el estado de emergencia en Florida, Georgia, las dos Carolinas, Virginia, Nueva York y Maryland. La capital, Washington DC, también decretó anoche el estado de alerta.
Aunque no existen cifras verificables sobre la magnitud de este éxodo, el aspecto de algunas ciudades era indicativo: Savannah (Georgia) y Charleston (Carolina del Sur), dos de las poblaciones con mayor atractivo turístico en esa zona, estaban completamente vacías. Cientos de autocares trasladaron a los últimos residentes a los refugios preparados por la Cruz Roja.La Agencia de Seguimiento de Emergencias Nacionales confirmó ayer que el huracán ya ha generado la mayor evacuación de la historia del país. Las principales carreteras de acceso al interior estaban tan colapsadas que, en muchos casos, la policía prohibió la circulación en sentido a la costa y abrió todos los carriles en dirección contaria. Aún así, en varios tramos apenas se avanzaba unos metros cada hora. Al atardercer, decenas de miles de conductores decidieron pasar la noche en sus vehículos.
Todos los hoteles a los que se podía acceder tenían las habitaciones ocupadas; muchos aprovecharon la huida para cobrar el triple de su tarifa habitual. Anoche, las autoridades no permitían el regreso a las zonas costeras por las que ya había pasado la estela del huracán.
A pesar de esta evacuación preventiva, Floyd no ha mostrado aún todo su poder destructivo. Un frente frío modificó el rumbo previsto por los meteorólogos y protegió parcialmente la costa de Florida. En su viaje, el huracán bordea la costa este de EEUU pero se mantiene a una distancia media de 200 kilómetros. Los peores efectos pueden llegar cuando entre, en la madrugada del miércoles al jueves, en algún punto cercano a la línea que separa a las dos Carolinas, en torno a la ciudad de Wilmington; el mismo que fue asolado por el huracán Fran hace tres años, con pérdidas superiores al billón de pesetas.
Vientos de 200 kilómetros
Ese caso produce por lo general su debilitamiento, aunque hay casos en los que retorna al mar con más fuerza. Una vez en tierra, los vientos no son tan severos como los actuales (superiores a los 230 kilómetros por hora y con rachas que alcanzan los 300), pero pueden llegar a arrancar los árboles del suelo y destruir casas mal asentadas.
Las autoridades han ordenado que parte de la flota se haga a la mar para eludir el impacto del Floyd: 80 buques de guerra y submarinos abandonaron sus bases de Florida, Georgia y Virginia, y la flota aérea fue trasladada a bases militares de Maine y Tejas. Además, las instalaciones en Cabo Cañaveral de la NASA continuaban ayer cerradas con apenas un centenar de trabajadores que se ofrecieron voluntarios para quedarse en el centro al paso del huracán, y el parque de atracciones de Disneylandia en Orlando permanecía ayer clausurado por primera vez en su historia.
Otro de los peligros superados es el de la seguridad en la planta nuclear de St. Lucie, ubicada en la isla de Hutchinson, al sur de Florida. La cubierta de los dos reactores fue diseñada para soportar vientos de hasta 300 kilómetros por hora, similares a la velocidad del aire en el ojo del huracán. El director de la central nuclear aseguró que la cubierta de 1,2 metros de acero y cemento que refuerza los reactores habría soportado los vientos, incluso si el huracán hubiera pasado por encima de las instalaciones.
En los aeropuertos afectados están cancelados todos los vuelos. El bloqueo del nudo aéreo de Miami obligó a la compañía American Airlines a suspender 400 vuelos y a paralizar parte de su red de conexiones; el aeropuerto de Miami es la escala previa a muchos de los vuelos exteriores. Las principales compañías aéreas también han suspendido temporalmente sus vuelos a Georgia.
Miami, un refugio
El aeropuerto de Miami quedó reconvertido en un refugio improvisado en el que cientos de personas pasaron ayer su segunda noche, al ser imposible conseguir una habitación en uno de los hoteles que rodean las instalaciones. En uno de los pocos establecimientos de comida rápida abiertos al público, se formaron largas colas supervisadas por la policía. El servicio ferroviario permanece suspendido en las zonas afectadas.
El paso del Floyd por las Bahamas provocó la inundación de algunas zonas, el corte de las principales carreteras por árboles caídos y la muerte de, al menos, una persona. A pesar de que las islas entraban de lleno en la trayectoria del huracán, sólo hubo una decena de personas atendidas en hospitales con heridas leves. Las comunicaciones con las islas están cortadas; los daños materiales pueden ser los mayores de cuantos ha provocado en el archipiélago el paso de un huracán.
Según el Centro Nacional de Huracanes, la velocidad del viento que rodea al Floyd ha descendido a 230 kilómetros por hora. Los expertos predicen que el huracán ascenderá a través de Virginia, Washington, Maryland, Philadelphia y el oeste de Nueva York. Más debilitado llegará a Connecticut, Massachussets, New Hampshire y Maine. El Floyd desaparecerá en el sur de Canadá el sábado por la noche, cuando sus vientos no superen los 90 kilómetros por hora.
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