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Un alarmante descubrimiento

Cuando los científicos se dieron cuenta hace sólo 15 años de que la concentración de ozono disminuía radicalmente todos los años sobre la Antártida ya sabían que había ozono allí y también cuál era su función: hacer posible la vida en la Tierra. Por eso pudieron extraer la alarmante conclusión de que no se trataba de un fenómeno natural y luego encontrar las causas. El agujero no se presenta en el polo Norte por los diferentes patrones de circulación en ambos hemisferios. Sobre el polo Norte el torbellino estratosférico se rompe varias veces durante el invierno, mientras sobre el polo Sur no.

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El agujero de ozono renace con fuerza sobre la Antártida

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