Muchas dudas de operadores e internautas sobre el 'Internet veloz'
Las compañías del sector ven difícil que el precio del servicio con ADSL interese a los usuarios particulares
Hoy comienza una nueva era en la corta historia de Internet en España, pero ningún usuario particular podrá acceder todavía a ella. La tecnología ADSL, que a grandes rasgos significa un acceso a Internet hasta 100 veces más rápido del que conocemos hoy y con tarifa plana, está ya en las manos de los proveedores de acceso a Internet. Pero ninguno ha anunciado todavía su oferta a los usuarios, al menos a los que acceden a Internet desde sus casas. Nadie pone objeciones al concepto, pero la puesta en marcha del ADSL plantea dudas, incluso, a la dueña del sistema, la propia Telefónica.En principio, el ADSL (Asymetric Digital Suscriber Line) está plagado de ventajas. Esta tecnología permite que las llamadas telefónicas y el acceso a Internet compartan el mismo par de cobre; así, los usuarios pueden utilizar su línea telefónica, evitando que el teléfono comunique cuando están conectados a Internet. Implica también la introducción de la tarifa plana (una sola factura mensual, independientemente del tiempo de uso) y en cualquier punto de España, ya que otra de las teóricas ventajas del ADSL es la ubicuidad de las líneas telefónicas.
Sin embargo, cada una de estas ventajas tiene, al menos, un par de inconvenientes asociados. La primera y más obvia es el precio. Telefónica ofrece ADSL a los operadores (es decir, a los proveedores del servicio al cliente) por una tarifa mensual de entre 5.000 y 18.870 pesetas, según la calidad del acceso, más una cuota de conexión de entre 15.000 y 51.000 pesetas. A estos precios hay que añadir el margen del operador -no parece ilógico pensar en un 10%- más el coste del alquiler del módem ADSL -o su compra: en torno a las 40.000 pesetas-. Así, la tarifa plana de 5.000 pesetas que anunciaba en abril pasado el ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado, no es fácil que quede realmente por debajo de las 10.000, según las estimaciones facilitadas ayer por varios operadores.
"Es, desde luego, un coste muy alto para el usuario doméstico, aunque sí lo consideramos razonable para el uso profesional de Internet", asegura Manuel Hurtado, vocal de Asimelec y presidente del ISP Off Campus. Este proveedor planea ofrecer el servicio de Internet con tecnología ADSL, por ahora, sólo a empresas.
El resto de las principales operadoras, como Retevisión o Uni2, informaron ayer de que no excluyen ofrecer ADSL, aunque aún no tienen planes a corto plazo. Incluso Teleline, el proveedor de Telefónica para usuarios particulares, carece aún de planes concretos para ofrecer ADSL, según su portavoz, Alberto González.
El ADSL, además, no llega a toda España. Hoy estará accesible sólo en determinadas demarcaciones de Madrid y Barcelona, lo que supone entre un millón o un millón y medio de líneas, según estiman fuentes de Telefónica. Para finales de año, la compañía afirma oficialmente que llegará a los 4,5 millones, y a los 11 millones en el año 2000. Sin embargo, la propia operadora confirma que espera tener para entonces unos 45.000 clientes. "Es una tecnología muy nueva y, como tal, necesita un periodo de rodaje", explica Juan Romeo, director de servicios de red de mercadotecnia de Telefónica España. La compañía ha puesto una dirección en Internet para que los usuarios puedan consultar las demarcaciones en las que la red esta preparada para ofrecer ADSL (http://194.179.42.15/P/NO/pub/Wa/no3info0.htm).
Por todo ello, a la Asociación de Internautas sigue sin convencerle el ADSL. "Es un paso, pero no garantiza el avance de la red; sólo supone un control mayor de Telefónica sobre los precios", afirma su presidente Víctor Domingo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.