El precio de los medicamentos baja hoy un 6%, entre las críticas de los laboratorios

Los precios de los fármacos que cuesten más de 558 pesetas bajan desde hoy entre un 4,6% y un 10% en todo el país, lo que supone un promedio del 6%. La rebaja, decretada por el Gobierno para contener el gasto farmacéutico, ahorrará a las arcas públicas 52.400 millones de pesetas anuales y ha causado gran malestar en la industria del medicamento. Los consumidores, sin embargo, tendrán que esperar para ver el efecto del decreto en sus bolsillos: las farmacias podrán vender al precio anterior los medicamentos almacenados hasta agotarlos.

La reducción afecta a todos los medicamentos financiados por la Seguridad Social cuyo precio supera las 558 pesetas en las farmacias. Pero su efecto es mayor cuanto más caro es el fármaco: así, un medicamento cuyo precio actual sea de 1.000 pesetas pasará a costar 951 pesetas (un 4,9% más barato) y sólo los que ahora superan las 90.000 pesetas se beneficiarán de la rebaja máxima del 10% prevista en el decreto, reconoció ayer el subdirector general de Economía del Medicamento, Antonio Luaces.La entrada en vigor de la norma afecta de forma directa a la industria farmacéutica, que desde hoy está obligada a suministrar medicamentos etiquetados con los nuevos precios. Y a cobrar en consecuencia. Farmaindustria, la patronal que agrupa a los principales laboratorios, criticó en su día la medida por su carácter unilateral -se tomó en un momento en que el Ministerio de Sanidad negociaba con la patronal una nueva aportación de ésta para reducir el incremento del gasto farmacéutico-, "confiscatorio y desproporcionado".

Su junta de gobierno se reúne hoy para decidir una respuesta y evaluar el impacto de la medida en el sector, aseguraron ayer fuentes de la organización.

La industria no es el único perjudicado por la decisión del Gobierno. Ésta repercute también en los distribuidores de productos farmacéuticos y en las más de 19.000 farmacias que existen en España, que podrán agotar las existencias de medicamentos adquiridos a precios antiguos.

Las farmacias podrán seguir vendiendo medicamentos afectados por la rebaja, pero a un precio superior. Estos fármacos, adquiridos antes de que entrara en vigor la nueva norma y almacenados, tienen fecha de caducidad en el precio: a partir del 1 de noviembre la Seguridad Social sólo pagará en función de las nuevas tarifas "sea cual sea el precio indicado en la etiqueta", explicó Luaces. Por eso serán los mismos farmacéuticos los interesados en vender cuanto antes los fármacos etiquetados con el precio antiguo.

Dos precios

Esta situación puede resultar confusa para los consumidores que pueden encontrar el mismo antibiótico, por ejemplo, a precios distintos en dos farmacias de la misma ciudad durante un tiempo "no precisamente corto", en palabras del presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, Pedro Capilla.Esta asociación no ha hecho ninguna valoración sobre las pérdidas que supondrá la reducción de precios en el sector, pero, según Capilla, perjudicará sobre todo a las más de 6.000 farmacias cuyos beneficios mensuales no llegan a las 200.000 pesetas.

La rebaja favorece a los consumidores, que ahorrarán 750 millones de pesetas en lo que resta de año y 4.900 el que viene por la bajada de precios, si se cumplen las previsiones del Ministerio de Sanidad y Consumo.

El presidente de los farmacéuticos se alegró por los consumidores, pero puso en duda que el decreto pueda cumplir con su principal objetivo, que es contribuir a aliviar la factura farmacéutica del Estado, que el año pasado supuso 916.778 millones de pesetas y que cuando acabe 1999 superara por primera vez el billón de pesetas, incluso si se cumplen las previsiones del Gobierno de mantener su crecimiento por debajo del 9%. Los 7.600 millones de pesetas que Sanidad prevé ahorrar a las arcas públicas en los dos últimos meses del año -52.400 millones en el año 2000- con la bajada de precios supondrán sólo un alivio temporal, "un parche", para contener el gasto farmacéutico, aseguró Capilla.

Los principales perjudicados por la decisión del Gobierno son los laboratorios farmacéuticos. De cada 1.000 pesetas que entran en la caja registradora de una farmacia, el fabricante del medicamento ingresa 627, frente a las 275 del farmacéutico, las 67 del almacén distribuidor y las 31 del impuesto sobre el valor añadido.