De Madrid al cielo
"De Madrid al cielo", dicen algunos, pero cuando al cielo le da por descargar sus iras sobre la capital en forma de tormenta, que Dios nos pille confesados. Caen cuatro gotas y la ciudad se convierte en un caos: colapsos de tráfico, apagones, enormes charcos en las calles, alcantarillas atascadas, inundaciones y demás lindezas. Me pregunto qué extraños mecanismos utilizan los gallegos para evitar los problemas que sufrimos por aquí cuando llueve. ¿Será que les protegen las meigas? Ayer cayó una tormenta veraniega sobre el distrito de Hortaleza y se inundó mi casa. Ése tan publicitado 112 no fue capaz de proporcionarme el servicio de bomberos que mi familia y yo necesitábamos con urgencia. La indignación provocó la llamada al Ayuntamiento y a la concejalía de mi distrito, pero nadie contestó. Y eso que vivo en la capital y estamos en los albores del año 2000. Y yo me pregunto: si con un simple chaparrón los bomberos madrileños se colapsan, ¿qué pasaría con una catástrofe?- .
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