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Prodi supera el debate de investidura pese a las reservas sobre su equipo

Xavier Vidal-Folch

El presidente designado de la Comisión, Romano Prodi, salió ayer sin problemas del debate de investidura en el Parlamento Europeo. Tras su discurso -el cuarto que lee en la Cámara-, se prefiguró una mayoría favorable para la votación de hoy. Socialistas (PSE) y liberales anunciaron su apoyo. Populares (PPE), Verdes e Izquierda Unitaria (IU) estaban divididos. El PSE mantuvo su reserva sobre la vicepresidenta española, Loyola de Palacio, y el PPE, la dirigida al comisario belga Philippe Busquin, lo que calentó la disputa entre partidos.

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Prodi llega hoy al final de su calvario. Ha dejado gotas de sangre, como las promesas de casi compartir la iniciativa legislativa de la Comisión, examinar "profundamente" la retirada de confianza parlamentaria a un comisario por si conviene destituirlo y presentar un nuevo programa del mandato. Pero ha formulado sus compromisos de forma tan vaporosa que, asegurándose complicidades parlamentarias, se ha dejado siempre vías de escapatoria.Si los cálculos que se prodigaban ayer aciertan -este hemiciclo es una caja de sorpresas- el colegio de Prodi se alzará hoy con unos dos tercios de los 626 votos posibles, cerca de 400: la mayoría de los 180 socialistas y de los 50 liberales; más de la mitad de los 233 del PPE; segmentos de Verdes (48), de IU (42), de no inscritos (27) y de otros.

Un gran cisma interno afectaba al PPE. Dentro de él, la CSU bávara (10) y los conservadores británicos (36) anunciaron su voto contrario. La CDU alemana (43) aparecía desgarrada por mitades. En un intento de reunificar a su propia delegación nacional, el presidente de los parlamentarios populares europeos, el alemán Hans Gert Pöttering, planteó ayer a Prodi nuevas exigencias. Utilizó para ello sus reservas contra Busquin. "Mantenemos dudas muy serias, sobre todo con Busquin, y pretendemos que Prodi nos dé respuestas satisfactorias", a lo que condicionó el sí su grupo, que anoche certificó su división.

Pöttering justificó ante la prensa el ataque al belga en un reportaje de una televisión alemana -siempre áspera con Bruselas- que habría mostrado documentos comprometedores para Busquin.

Financiación belga

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¿Cuáles? Pronto se supo, cuando sus centuriones británicos lanzaron un expediente judicial sobre la financiación del Partido Socialista francófono belga, con declaraciones escritas del aspirante a comisario. Los tories acusaban a Busquin de mentir porque en su comparecencia ante la Cámara aseguró: "Jamás he sido interrogado ni cuestionado" por un asunto de corrupción, en referencia al caso Agusta que liquidó al secretario general de la OTAN Willy Claes.Pues bien, la derecha omitió que el sentido de la frase consistía en que no había declarado como sospechoso, pues a continuación declaró que "yo mismo llevé" al tribunal belga, por propia iniciativa, la carta de un militante que se autoimputaba irregularidades.

Pero la tormenta obligó a Busquin a una nueva declaración, para recordar que ocupó la presidencia de su partido tres años después del caso Agusta, ya juzgado. Y para asegurar que si se le acusase en la actual investigación de la financiación de su partido, "extraería las consecuencias". Es el compromiso más fuerte de un comisario y el acta de que este hombre -que inició la limpieza de su partido, pero no aireó las podredumbres heredadas- está tocado.

"Algunos se han cebado en comisarios individuales, lo que demuestra debilidad y no fortaleza", reaccionó el liberal Pat Cox, quien dio su "apoyo constructivo" al colegio Prodi. De "intento de linchamiento" acusó al PPE el líder socialista, Enrique Barón, quien reiteró "el apoyo" de su grupo a la Comisión sin chantajear con las "reservas", que mantuvo, sobre dos comisarios.

Uno, el holandés Fritz Bol-kenstein, porque mantenía la presidencia de la Internacional Liberal, incompatible con su cargo: Prodi contestó que acababa de dimitir. Dos, De Palacio, "cuya inocencia presumimos, pero cuya concepción de la responsabilidad política en un tema que concierne al presupuesto comunitario no compartimos: es de esperar que ofrezca como vicepresidente informaciones más fidedignas que la que dio sobre su exculpación por el Congreso de los Diputados", pues el debate plenario será el jueves.

"Un tiro por la culata"

Pese a la suavidad de la crítica, saltó el popular Gerardo Galeote, acusando a Barón de importar debates nacionales y de atacar de forma "injusta" a De Palacio y deslizó un sinuoso: "Estas cosas se sabe cómo empiezan, pero no cómo terminan", a veces con "un tiro por la culata". Palacio conservará la triple cartera de Transporte, Energía y Relaciones con el Parlamento. Tendrá problemas para desempeñar esta última -que le acarrea la vicepresidencia- frente a buena parte de la Cámara arrugando el ceño. Ya los Verdes pidieron ayer que se le cambie de tarea. Y el propio Prodi no la llevó a la primera conferencia de presidentes de grupos parlamentarios. Su predecesor solía acudir acompañado del responsable institucional, Marcelino Oreja.

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