La feria alemana del calzado cierra con un repunte de las exportaciones

La feria de calzado de Düsseldorf (Alemania), el certamen más importante del sector, cerró ayer sus puertas con un tímido repunte en los movimientos comerciales. La guerra de fechas entre la muestra alemana y la italiana, que se celebrará la próxima semana, ha provocado un descenso en el número de compradores y visitantes, que han preferido acudir al certamen de Milán. Para el presidente de la Federación de Industrias del Calzado Español, FICE, Rafael Calvo, los resultados de Düsseldorf hay que acogerlos con "reservas". El titular de la patronal del calzado señaló que aunque que el desarrollo comercial de las últimas ferias "no han funcionado bien", en Alemania "se puede marcar el inicio de la recuperación en las exportaciones". Los datos del primer semestre del año muestran un descenso superior al cinco por ciento en el cómputo exportador. Pese a todo, Calvo afirmó "sentirse tranquilo" ya que se ha repuntado la pérdida de 12 puntos del primer trimestre y se puede hablar "de una consolidación en la recuperación"de las ventas. 41% de firmas ilicitanas Hasta la GDS de Düsseldorf, un certamen en el que han participado 57 países, se han trasladado 219 firmas españolas de las que el 41% eran industrias de Elche. La delegación española, la segunda en importancia tras la italiana, expuso sus últimas colecciones mediante las que se pretende demostrar que el calzado nacional "es el que mantiene la mejor relación calidad precio", según señaló el responsable de comercio exterior de FICE, Javier García Lillo. El certamen contó con la presencia del vicepresidente del Instituto de Comercio Exterior, ICEX, José Manuel Reyero; y del consejero de Industria, Fernando Castelló. Ambos, aseguraron que mantendrán el nivel de apoyo para las misiones comerciales en el exterior. El presidente de la patronal, Rafael Calvo, anunció ayer las "líneas maestras de actuación" que los industriales del calzado seguirán durante este año. Por un lado, FICE tratará de "fortalecer" la presencia del zapato español en Europa, que es donde mayor cuota de mercado alcanza la industria nacional; "incidir" en el denominado Plan USA, con la introducción directa de calzado bajo la denominación made in spain, dejando a un lado la venta con marcas blandas (sin denominación de origen, ni nombre del fabricador); y apoyar a las misiones asiáticas, cuya presencia se incrementa. A través de estas consignas, tratarán de remontar el descenso exportador. Precisamente, las previsiones de crecimiento de los competidores no son nada optimistas para la industria nacional. El denominado calzado amarillo, el enemigo en cuanto a precio de los zapateros españoles e italianos, podría abarcar el próximo año el 70% del mercado internacional. Algo que obligará a la búsqueda de los nuevos mercados emergentes.