Arturo Virosque: "La Feria de Valencia vive de espaldas a la Cámara de Comercio"

La Feria de Valencia es, tres años después del cambio de presidente y director general, objeto de la polémica. El presidente de la Cámara de Comercio de Valencia y vicepresidente del patronato ferial, Arturo Virosque, considera una equivocación que la institución que ahora preside el empresario Antonio Baixauli no esté más compenetrada con la Cámara de Comercio. "La Feria ha vivido desde hace mucho tiempo de espaldas a la cámara cuando estas dos instituciones tienen gran cantidad de intereses comunes", manifiesta. Este dirigente niega cualquier aspiración a la presidencia ferial.

"Ni quiero, ni debo ser presidente de la Feria de Valencia, pero sí me gustaría que dependiera de la cámara", declaró el empresario, quien para justificar su postura alude a los casos de Madrid, donde el industrial Juan Mato preside la cámara e Ifema; o la situación de Barcelona, donde Antoni Negre reúne los dos cargos. "No sé por qué los presidentes de las ferias españolas no se reúnen para llegar a acuerdos, cuando yo me veo con ellos tres veces al mes", asegura Virosque, que coincide con Mato y Negre en las reuniones del Consejo Superior de Cámaras de Comercio de España. "Con el diálogo sería posible algún acuerdo", añade Virosque, en referencia a la batalla que las diferentes instituciones feriales españolas han entablado para arrebatarse certámenes y expositores. El dirigente cameral insiste en que es preciso que las dos organizaciones coordinen las políticas de promoción exterior. "Nosotros dedicamos tres cuartas partes de la cuota cameral al comercio exterior y ellos se dedican a lo mismo, por tanto, no es admisible la descoordinación", subraya. Arturo Virosque niega tener ningún interés personal en sustituir a Baixauli, un hombre por el que apostó y al que brindó su apoyo cuando fue elegido presidente de Feria de Valencia en septiembre de 1996 en sustitución de Ramón Cerdá. "Ni estoy en contra del presidente actual ni quiero sustituirlo, pero tampoco entiendo que su institución esté de espaldas a la cámara", declara abiertamente este empresario que, sin embargo, critica con dureza que los gastos en publicidad y viajes se hayan disparado en los últimos tiempos. "Lo que no pueden es hacer uso del dinero público y de los empresarios para duplicar acciones de promoción. No quiero el dinero de la Feria, pero tampoco que confundamos a los empresarios", tercia el presidente. Nadie cuestiona el conocimiento que Baixauli tiene de la Feria de Valencia, a la que está vinculado desde hace años, desde el certamen del mueble. Pero su gestión, compartida con el director general Rafael Olcina, no acaba de contentar a la Generalitat, que se ha visto obligada a intervenir en alguna ocasión por las disputas entre presidente y director general. Aunque la relación parece haberse reconducido, el balance no es lo positivo que se esperaba y, en la actualidad, se baraja un nuevo cambio, cuanto más rápido mejor, dado que en breve la institución ferial debe hacer frente a la ampliación y renovación de sus instalaciones. Desde la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) o desde la Cámara de Comercio de Valencia -Baixauli ha estado ligado a ambas organizaciones- no existe maniobra alguna para influir en su defenestración. Sin embargo, dos nombres suenan como posibles sustitutos de Baixauli: el industrial textil Alberto Catalá, con excelentes relaciones con la alcaldesa de Valencia y presidenta del patronato ferial, Rita Barberá, y con la familia del presidente del Gobierno, José María Aznar. En todo caso, hasta después de la Feria del Mueble que se inicia a finales de septiembre, no se espera ningún movimiento, según fuentes feriales.