50.000 voluntarios de la solidaridad
La organización católica humanitaria Cáritas Española se fundó en 1947 por iniciativa de la Conferencia Episcopal Española, de la que depende orgánica y jerárquicamente. Su labor altruista y filantrópica se desarrolla desde entonces en el ámbito de la acción social con los más desfavorecidos y los sectores marginados. Participa también en programas de cooperación internacional en tres frentes: labores de emergencia, reconstrucción de países devastados y programas de desarrollo. Cáritas está implantada en 154 países con organizaciones nacionales coordinadas por Cáritas Internacional, con sede en Roma. En todos los casos, las distintas organizaciones nacionales de Cáritas dependen de las jerarquías eclesiásticas católicas de sus países respectivos. En algunos de ellos, la organización tiene una antigüedad centenaria.
Cáritas moviliza a varios cientos de miles de personas en todo el mundo. En España, la organización cuenta con más de 4.000 trabajadores asalariados y más de 50.000 voluntarios, organizados en 68 Cáritas Diocesanas, cada una de las cuales goza de autonomía, y de 5.000 organizaciones parroquiales, con las que cubre la totalidad del territorio nacional.
19.124 millones
El año pasado, la organización española canalizó para sus diferentes fines ayudas de 19.124 millones de pesetas entre actuaciones en el propio país y su contribución a programas de ayuda y solidaridad internacionales. Estos recursos se nutren básicamente de aportaciones voluntarias de personas anónimas, subvenciones concedidas por organismos públicos y aportaciones procedentes de la cuota del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) que se destina a fines solidarios. Cáritas ha dedicado también parte de sus esfuerzos al estudio, análisis y evaluación de la pobreza de España mediante estudios sociológicos de los que se desprende una conclusión demoledora: en España, ocho de sus 40 millones de habitantes viven por debajo del umbral de la pobreza, es decir, del nivel medio de renta disponible por las familias españolas.
Ancianos sin recursos económicos, familias desestructuradas, parados de larga duración, jóvenes en busca del primer empleo, enfermos de sida, poblaciones rurales deprimidas, inmigrantes, drogodependientes, minusválidos, grupos sociales marginales, como los llamados transeúntes y personas sin techo, y miembros de la comunidad gitana constituyen el objeto preferente de la organización.
En el ámbito internacional, Cáritas Española coordinó con otros en una actuación conjunta en varios países africanos para la que se recaudaron 3.000 millones de pesetas.
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