Jospin recuerda a Michelin que hay reglas sobre el despido

La decisión de la empresa Michelin de suprimir 7.500 empleos en Europa, el 10% de su plantilla, en los próximos tres años ha suscitado en la izquierda política y sindical francesa una oleada de indignación. Ayer, mientras los sindicatos de la compañía estudiaban la convocatoria de una gran huelga, el primer ministro, Lionel Jospin, desautorizó implícitamente el proyecto de reducción de plantilla. "Cuando se comunica simultáneamente que los beneficios han aumentado un 20% y al mismo tiempo se anuncian despidos hay que decir: atención", declaró Jospin. Tras ello recordó a la empresa que "hay reglas" para el despido. El clima de indignación es tal que el toque de atención lanzado por el jefe de Gobierno fue considerado ayer tibio en buena parte de la izquierda, que reclama una oposición frontal. La reacción de la Bolsa, que ha saludado el doble anuncio: 2.000 millones de francos de beneficio, 7.500 empleos menos, con una subida de los títulos de Michelin superior al 12%, ha tenido el efecto añadido de soplar sobre las brasas de la indignación.

La dirección de la empresa en España se reunió ayer en Vitoria con el comité intercentros para informarles del ajuste, aunque hasta dentro de tres meses no se conocerá el recorte de plantilla que habrá en los distintos centros de trabajo, informa Eduardo Azumendi.