Hondarribia celebra hoy su Alarde en un clima de crispación palpable

Los vecinos de Hondarribia tomarán hoy las calles de la localidad para participar en el Alarde, el desfile con el que cada 8 de septiembre rememoran el levantamiento que les libró del sitio francés en 1638. La crispación, el rebrote de los insultos, amenazas y actos de protesta, que ha precedido el inicio de este acto, hacen presagiar para hoy cuando menos un clima enrarecido que corre el riesgo de convertirse en una mala tradición. El alcalde, Borja Jáuregui, apeló ayer a la cordura, la serenidad y la responsabilidad para evitar los incidentes. Hace ya cuatro años que el ambiente es irrespirable el día grande de las fiestas de Hondarribia y ayer se sumó un nuevo motivo para el desencuentro. Once personas que defienden la participación de la mujer en el desfile como escopetera, en igualdad con los varones, se encerraron en la iglesia de la localidad, en un acto de protesta y revindicación que más que calmar encendió los ánimos. Su idea inicial consistía en permanecer en el templo, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y del Manzano, "hasta lograr un compromiso público y explícito del alcalde" de que iba a "permitir y garantizar la participación igualitaria de la mujer en el Alarde", a través de la compañía mixta Jaizkibel. Hoy será la cuarta vez consecutiva que tratan de sumarse a la fiesta apenas sin apoyo. Ayer exigían respaldo, pero su iniciativa propició actitudes de rechazo. PASA A LA PÁGINA 3