Las fuertes lluvias obligan a evacuar una guardería de Castalla
Varios sótanos inundados, plantas bajas cubiertas de agua y viviendas particulares afectadas por el agua mantuvieron ocupados toda la tarde de ayer a los agentes de la policía local de Ibi y Castalla. En esta última localidad de la comarca de L"Alcoià, las fuertes lluvias también causaron desprendimientos de fachadas y obligaron a evacuar a los niños de la guardería municipal Los Nanos, ubicada en una planta baja, ante el temor de inundaciones. Entre los demás incidentes también destacó el hundimiento de la techumbre de una nave industrial. En Castalla, donde cayeron 50 litros por metro cuadrado, el agua y el granizo causaron varios problemas en el tendido eléctrico y dejaron sin luz a la población entre las cuatro de la tarde y las seis y media. En ese intervalo de tiempo llegó a inundarse la carretera CV-815 (Maigmó-Onil), junto al polígono industrial, lo que obligó a la Guardia Civil a cortar la vía durante una hora. Según el centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat, también se tuvo que cerrar la carretera CV-806 (Villena-Ibi), igualmente a su paso por Castalla. La lluvia caída ayer tarde en estas localidades también movilizó a casi todos los medios del parque de bomberos La Montaña de Cocentaina e Ibi. Sax y Elda fueron otras dos poblaciones alicantinas donde el Consorcio Provincial de Bomberos tuvo que hacer achiques en bajos de viviendas. El Centro de Coordinación de Emergencias anunció que se mantendría la situación de preemergencia por lluvias hasta la madrugada de hoy, como estaba previsto desde el fin de semana, aunque se esperaba que la intensidad de los chubascos tormentosos fuera remitiendo y no fueran tan graves como en días pasados. Volteo de campanas Otro molesto aunque inocuo incidente tuvo lugar en Vila-real durante la madrugada de ayer. Numerosos vecinos de la villa se vieron sorprendidos durante la noche por los efectos de la tormenta eléctrica y de agua que, además de alguna inundación, provocó un transtorno eléctrico en el ordenador de la iglesia arciprestal que controla el volteo de las campanas. Alrededor de la una y media de la madrugada, todas las campanas de la torre-campanario de la iglesia arciprestal comenzaron a sonar, situación que se repitió cada 15 minutos durante hora y media. Ante el continuo volteo de las campanas, muchos habitantes de esta ciudad castellonense, que está celebrando las fiestas patronales estos días, creyeron que se había producido algún acontecimiento importante o alguna emergencia de gran calibre, dada la rareza del acontecimiento. Los problemas con el ordenardor también se mostraron durante la mañana en las entidades bancarias de Vila-real (unas 40 en toda la ciudad).
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