La Quincena Musical donostiarra rendirá homenaje a Bach en el 2000

La Quincena Musical donostiarra nunca se mantiene al margen de las efemérides y el año 2000 no será una excepción: rendirá homenaje a Johan Sebastian Bach en el 250 aniversario de su muerte, con un amplio programa de conciertos. En esa edición, el festival se propone exprimir al máximo el Kursaal, que ha contribuido a aumentar en un 12,5% -hasta 45.000- el número de espectadores. El director, José Antonio Echenique, pidió ayer a las instituciones que completen el equipamiento del auditorio para programar una ópera.

La Quincena Musical cerró el domingo su 60 edición con un balance de asistencia de 45.000 espectadores, 90 millones de pesetas de recaudación en taquilla y amplias expectativas para el futuro. El traslado de parte de sus conciertos al complejo de Rafael Moneo ha demostrado a sus responsables que el reto está aún por llegar. "El Kursaal ofrece inmensas posibilidades de futuro que hay que explotar", dijo ayer José Antonio Echenique. "Como Quincena Musical seguimos teniendo miedo", reconoció, pero mostró su compromiso por hacerle frente. De hecho, el equipo de Echenique ya tiene perfiladas las líneas maestras de la programación del próximo año, "la más ambiciosa posible". El festival hará un guiño musical en homenaje a Johan Sebastian Bach, uno de los compositores más grandes de todos los tiempos, en el 250 aniversario de su muerte. Se baraja la posibilidad de arrancar la 61 edición -el 7 de agosto del 2000- con "un gran maratón en torno a Bach en distintos escenarios" y de conjugar las disciplinas artísticas para este propósito. Precisamente, Nacho Duato ha comprometido la presencia del Ballet Nacional en Quincena Musical con un programa -que pasará antes por Hannover- dedicado a este músico. Se matarán así dos pájaros de un tiro, porque otro de los propósitos del festival radica en "incrementar la presencia de la danza, una disciplina que hasta el momento ha sido la cenicienta de la programación", según Echenique. El festival le ha pedido un segundo programa basado en el compositor donostiarra Alberto Iglesias. La Quincena se ha convertido en una cita musical inneludible, cada vez más solicitada por músicos de prestigio. El violoncellista Misha Maisky y el director titular de la Sinfónica de la Radio de Baviera, Lorin Maazel, han mostrado su interés en repetir presencia en San Sebastián el próximo año. Será en una edición en la que la práctica totalidad de los conciertos de la Quincena se desarrollarán en el Kursaal. Echenique, que alabó las condiciones del complejo, destacó "la calidad acústica del auditorio, a pesar de algunos defectos corregibles", y pidió a las instituciones que completen "el equipamiento escénico para programar ópera en el 2000". El alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, lanzó otro reto: consolidar la Quincena como el festival clásico de verano más importante de España.