Mambo con tutú

Hay muchas expresiones para designar lo que vulgarmente se conoce como batiburrillo. Algunas son tan expresivas como las catalanas poti-poti o batibull. En castellano se utilizan palabras como revoltijo o amalgama. Ante el cóctel de sinónimos, Chicos Mambo se decidieron por una palabra francesa, Méli-Mélo, para dar título a un espectáculo que estrenaron en marzo de 1998 en el Mercat de les Flors y que vuelven a presentar a partir de hoy en el Teatre Principal de Barcelona (La Rambla, 27), donde permanecerá solamente tres semanas improrrogables. Méli-Mélo es, pues, como su nombre indica, un discurrir de escenas a modo de zapping, programado, eso sí, por la compañía. Todo el espectáculo -22 escenas- se configura un homenaje al mundo de la danza. Los intérpretes -ha habido algunos cambios en la formación original de Chicos Mambo- atraviesan todos los estilos y tendencias y bailan y parodian, a partes iguales, desde ritmos tropicales hasta bailes de salón, pasando por la danza clásica y la contemporánea. El tono, no podía ser de otra manera, es jocoso. La técnica interpretativa es plural: se trata de una mezcla del transformismo clásico, la pantomima y el mimo, el teatro negro, el canto, la comedia y el mundo del clown. Chicos Mambo, conocidos por sus apariciones periódicas en el programa de TV-3 Les 1.000 i una, han realizado ya más de 150 representaciones de este Méli-Mélo que ahora anuncian más sofisticado. En cuanto termine en el Principal, el 26 de septiembre, el grupo tiene preparada una larga gira internacional.