_
_
_
_

La Diputación apoya que los pueblos afectados por la tromba en Granada se declaren zona catastrófica

El presidente de la Diputación Provincial de Granada, el socialista José Rodríguez Tabasco, se mostró de acuerdo ayer con la idea de declarar como zona catastrófica la comarca de Cúllar-Baza, sobre la que el pasado sábado se abatió una tromba de agua y viento que causó pérdidas estimadas en más de 1.000 millones de pesetas. Los Gobiernos central, autonómico y provincial han puesto en marcha un dispositivo para reparar las viviendas más dañadas y reparar las vías de comunicaciones deterioradas. La agricultura ha sido el sector más afectado.

Rodríguez Tabasco, que ayer se entrevistó con el presidente del Parlamento Andaluz, José Torres Vela, confirmó que la principal causa de los destrozos en Cúllar, uno de los pueblos más afectados, junto al anejo de El Margen y Zújar, fue un tornado que recorrió algunas de las calles del pueblo, arrancó de cuajo el reloj de la iglesia, derribó las tapias de un campo de fútbol y echó abajo el tejado de un colegio. "Ha sido un tornado de gran violencia", dijo el presidente de la Diputación, "y sus efectos se pueden ver perfectamente por todas las calles por las que pasó. Los destrozos no fueron tanto por la tromba de agua como por el tornado que atravesó Cúllar", añadió. Un equipo de técnicos ha comenzado a evaluar los daños producidos que el alcalde de Cúllar, José Torrente, estimó en más de 1.000 millones de pesetas. El presidente de la Diputación se mostró en principio de acuerdo con esa cifra y también con la necesidad de declarar a los pueblos afectados como "zona catastrófica". Eso se hará en el pleno que la Diputación celebrará el próximo día 17. Indicaciones "La idea de declararla zona catastrófica es acertada", dijo el presidente. "Y por las primeras indicaciones de nuestros técnicos, que han ido a inspeccionar los daños allí, efectivamente, se trata de una catástrofe", agregó. Rodríguez Tabasco, el delegado de Gobernación de la Junta de Andalucía, Jesús Quero, y el subdelegado del Gobierno en Granada, Julián Urbano, se reunieron ayer con carácter de urgencia para analizar la situación, escuchar los informes de los técnicos y poner en marcha un plan de emergencia para los pueblos afectados. La reunión fue una primera toma de contacto tras las visitas que los responsables de las tres administraciones están haciendo a la comarca. Javier Torres Vela señaló ayer, aunque la agricultura ha sido el sector más perjudicado, lo inmediato es paliar la situación de aquellos vecinos cuyas viviendas han quedado destrozadas y reparar cuanto antes las carreteras. Las pérdidas en la agricultura sólo podrán calcularse hacia final de año. El granizo que acompañó a la tromba de agua fue el que destrozó por completo el olivar de la zona, lo que ha supuesto la ruina para los agricultores. La campaña de recogida se realiza hacia final de año por lo que, según Torres Vela, será entonces cuando puedan conocerse con exactitud las pérdidas. "De todas formas, hay que decir", explicó el presidente del Parlamento Andaluz, "que cualitativamente, ha sido un desastre". Rodríguez Tabasco informó que ayer, finalmente, había quedado completamente restablecido el tráfico. La carretera más dañada, la que une Cúllar con el pueblo de Benamaurel, ya está en funcionamiento de nuevo. Las obras de reparación costarán unos 50 millones de pesetas. También estaba previsto que a última hora de la tarde de ayer quedara abierta la carretera que une las localidades de Orce y María, en Almería. Poco a poco, regresa la normalidad a Cúllar, El Margen y Zújar, aunque los vecinos no pueden olvidar lo ocurrido el fin de semana. Según sus testimonios, jamás se había producido un fenómenos de esas características en una zona a la que habitualmente afecta sobre todo la sequía. Por otro lado, en Almería, el norte de la provincia ha sido el que más daño ha sufrido a consecuencia de las lluvias torrenciales de ayer. La tromba de agua y granizo causó importantes pérdidas en cultivos de tomates, lechugas y almendras, especialmente en las localidades de María y Vélez-Blanco, próximas al límite de Almería con la comunidad murciana, informa Ana Torregrosa. El alcalde de María, Antonio Cruz Amario, solicitó una evaluación oficial de los daños y el de Vélez-Blanco, Carlos Carrión, convocó un pleno para proponer la declaración del campo del municipio como zona catastrófica.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_