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SUBCONTRATACIÓN DE SERVICIOS EN LA SANIDAD PÚBLICA

Dos excepciones a la regla

Amaya Iríbar

Se privatiza lo que no es un servicio médico. Ésta es la filosofía que inspira al Insalud a la hora de dejar al sector privado una parcela concreta de su gestión, según el director general de Atención Primaria y Especializada, Rafael Matesanz. Las dos excepciones que confirman esta regla son el servicio de diálisis del Hospital de Alcázar de San Juan (Ciudad Real) y el laboratorio del Hospital Fundación de Manacor (Palama de Mallorca), privatizados desde 1995 y 1996, respectivamente. En ambos casos los hospitales facilitan el lugar y los pacientes. Pero poco más. El personal y el equipo del servicio corren a cargo de la empresa adjudicataria.

En el caso de Manacor, se trata del Laboratorio de Referencia de Cataluña, que depende de la Generalitat, quien ganó el concurso con una contrapartida de 150 millones de pesetas anuales para realizar las primeras 600.000 pruebas, duplicadas en la práctica. Diecisiete trabajadores de dicha entidad trabajan en el centro, que atiende a 51.000 usuarios.

Más información
Catorce hospitales del Insalud han privatizado la gestión de los historiales de sus pacientes

Hay otros ejemplos fuera de las fronteras del Insalud. La cesión de parcelas de la sanidad pública valenciana a empresas privadas pasa por el Hospital de Alzira, bandera del modelo sanitario del Gobierno autonómico del PP. El centro, que atiende a 230.000 usuarios, es de titularidad pública, pero su gestión integral es privada y está en manos de una unión de empresas que encabeza la aseguradora Adeslas.

En el territorio que gestiona el Insalud, la decisión de externalizar un servicio -subcontratar con el sector privado- "es todavía un tema muy discutido", en palabras de Matesanz. De ahí que el Insalud no tenga entre sus planes inmediatos avanzar por esta línea -el PSOE asegura lo contrario- y sólo esté dispuesto a experimentar en hospitales que partan de cero, como fue el caso de Manacor. Entre las ventajas de privatizar ciertos servicios está, según Matesanz, la rentabilidad, pero también que "los pacientes no notan la diferencia".

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Sobre la firma

Amaya Iríbar
Redactora jefa de Fin de Semana desde 2017. Antes estuvo al frente de la sección de Deportes y fue redactora de Sociedad y de Negocios. Está especializada en gimnasia y ha cubierto para EL PAÍS dos Juegos Olímpicos y varios europeos y mundiales de atletismo. Es licenciada en Ciencias Políticas y tiene el Máster de periodismo de EL PAÍS.

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