_
_
_
_

La hora del milagro

En el transcurso de los dos últimos años, que incluyen la crisis financiera asiática, el crecimiento acumulado del Reino Unido ha sido del 2,7%, el de Italia se ha quedado en un 1,4%, el de Alemania en el 2,2%, mientras que el francés supera el 4,7%. ¿Qué ha pasado? A priori nadie daba un duro por el "socialismo de otra época" del "psicorrígido" Lionel Jospin, pero su buena estrella se ha sumado a la toma de decisiones de amplio consenso social que han devuelto la confianza al país. Baste con ver que, durante el pasado mes de agosto, los franceses han comprado un 24,7% más de coches que hace un año.

El milagro galo, que arranca con la bajada de tipos de interés que acompaña la puesta en marcha del proceso del euro, no ha consistido sobre todo en reducir los gastos del Estado al mismo tiempo que se aligeraba las tasas e impuestos que penalizan las empresas. El gasto público en Francia sigue siendo constante, casi idéntico, pero se ha tendido a respaldar más la demanda que la oferta a través de impuestos indirectos, reducción de ciertas cotizaciones sociales que se traducen en aumento indirecto del poder de adquisición, y pequeños aumentos de los llamados "mínimos sociales" (RMI, desempleo, etcétera).

Más información
Problemas de ricos

Ha sido el crecimiento interior el que ha reactivado la economía francesa, mucho más que las exportaciones, que siempre se han mantenido a un buen nivel, pero que fiscalmente -problema del IVA- son menos rentables para el Estado. Para Strauss-Kahn, que cree que el país ha entrado dentro de un "círculo virtuoso", no hay nubes en un horizonte de crecimiento seguro. Ese crecimiento es el que, con su excedente, le evita tener que reducir los gastos públicos.

El peligro real sólo aparecerá si los países vecinos siguen el ejemplo irlandés y se lanzan a tumba abierta a la práctica del "dumping fiscal". De pronto, otra de las eternas revoluciones pendientes de Europa -un mínimo de armonización de políticas sociales y fiscales- volvería a ser una tarea urgente.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_