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La sonda 'Lunar Prospecto' no encontró vapor de agua en la Luna

Casi siete semanas después de que la sonda espacial Lunar Prospector se estrellase contra el suelo de la Luna en una maniobra suicida programada, la NASA dijo ayer que en el impacto no se levantó la pretendida nube de polvo y vapor de agua visible desde la Tierra. El objetivo de la maniobra, aún con baja probabilidad de éxito, era intentar ver la nube y buscar un rastro de vapor de agua.El pasado 31 de julio, tras un año y medio de misión científica en órbita de la Luna, la pequeña Lunar Prospector (de 161 kilos) recibió las órdenes pertinentes para dirigirse al suelo de un cráter del polo sur de la Luna. Centenares de astrónomos profesionales y aficionados, utilizando incluso los telescopios más poderosos, como el Hubble y el Klek (en Hawai), estuvieron atentos en el momento del impacto. "Nadie vio o fotografió una evidencia clara de una nube de polvo", declaró ayer la NASA.

La idea que animó esta última aventura de la Lunar Prospector era que, como la sonda estaba ya exhausta y acabaría estrellándose incontroladamente en la superficie lunar, se podían aprovechar los últimos restos de combustible para dirigir el artefacto hacia un blanco elegido e intentar observar las salpicaduras de material que se levantasen en el impacto.

Un cráter del polo sur reunía las condiciones ideales: los bordes proporcionan sombra permanente al fondo donde, en caso de haber agua en la desértica Luna, como algunos indicios obtenidos por la misma sonda apuntan, se podría conservar mezclada con la regolita del suelo. Además, el cráter no es demasiado profundo, permitiendo tanto la trayectoria correcta de impacto de la nave como la hipotética visibilidad de la nube de polvo elevándose por encima de los bordes.

El análisis continúa

En la nube podría haber habido hasta 20 kilos de vapor de agua, según los cálculos. Pero la campaña de observación no se limitaba a intentar ver la nube, sino que también pretendía detectar, en las horas siguientes al choque, la neblina casi transparente de vapor de agua o moléculas disociadas de la misma. Para ello se recurrió a espectrometría en infrarrojo y en ultravioleta. "No ha habido una señal fuerte de agua: la habríamos visto fácilmente", comentó ayer David Goldstein, de la Universidad de Tejas. Pero este investigador, padre de la idea de la última maniobra de Lunar Prospector, comentó que aún podría haber una leve señal en algún registro y que se siguen analizando minuciosamente los datos tomados.Aunque hay incertidumbre acerca de la trayectoria final seguida por la nave, los datos indican que pasó a unos 900 metros por encima del borde del cráter antes de estrellarse. El hecho de que se interrumpiera la señal es la prueba definitiva de que en la nave se produjo el impacto, explicaron ayer los expertos del Centro de Investigación Ames (NASA), responsables del control de la misión.

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