Unidad Alavesa se debate entre su desaparición o una reforma

Unidad Alavesa, el aliado del Partido Popular en los gobiernos del Ayuntamiento de Vitoria y de la Diputación de Álava, se ha adentrado en un debate interno que podría terminar en su propia disolución. El líder del partido foralista, Pablo Mosquera, ha propuesto a sus afiliados más afines "una reflexión" acerca de los resultados de las últimas elecciones y sus consecuencias, sobre "si merece o no merece la pena seguir más allá, sobre si podemos o no reconstruir nuestra organización", expone el dirigente en una carta. Aunque por primera vez desde su fundación en 1989 Unidad Alavesa participa en los Gobiernos de las dos principales instituciones de Álava, ha perdido más de la mitad de sus electores. Llegó a ser la segunda fuerza política de la provincia, pero en octubre de 1998 comenzó su caída -pasó de cinco a dos parlamentarios-, que siguió el pasado 13 de junio: de nueve junteros en las anteriores elecciones pasó a dos y de cinco concejales en Vitoria cayó también a dos. Ahora, el secretario general propone reconstruir el partido o bien "trasladar el testigo de estas ideas y compromisos a otras organizaciones políticas". Resulta evidente a qué partido se refiere, el PP, tanto por sus nuevos acuerdos de gobierno como por su afinidad ideológica. En cierto modo, el discurso de Mosquera da a entender que UA ya ha cumplido su papel: "Nuestras ideas se han expandido por todos los partidos", matizó ayer. Todas esas palabras no hacen sino evidenciar una crisis larvada desde hace meses. Existe dentro del comité ejecutivo de UA un sector crítico que censura el excesivo protagonismo de Mosquera, un sentimiento agudizado ahora que el secretario general ha sumado a sus cargos el de diputado foral de Deportes y Juventud. También ocupa un escaño en el Parlamento vasco. Acumulación de cargos Mosquera se defiende de estas críticas: "La acumulación de cargos es muchas veces necesaria. Además, el puesto de diputado es de designación directa por el diputado general, no del partido". De hecho, el líder foralista considera "un orgullo", "un privilegio" y "un hito histórico" que UA esté presente en los Gobiernos de Vitoria y Álava "cuando menos votos ha obtenido". Esta crisis no es la primera que surge en Unidad Alavesa. En octubre de 1997, varios afiliados, algunos de ellos con cargos públicos, fueron expulsados por criticar el pacto de gobierno con el PNV en el Ayuntamiento de Vitoria. Los escindidos formaron un nuevo partido, DFA, ya disuelto en la práctica. El debate introducido por el propio Pablo Mosquera en el partido ha desatado un nuevo movimiento interno. Él mismo llega a plantear la posibilidad de un relevo en el liderazgo, aunque desde el escepticismo. El comité ejecutivo se reunió ayer por la tarde, con disensiones internas repartidas en dos claros sectores.