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EEUU logra reducir el desempleo al 4,2%, el nivel más bajo de los últimos 29 años

El paro siguió cayendo en Estados Unidos durante el mes de agosto, hasta situarse en un 4,2% de la población activa, el porcentaje más bajo de los últimos 29 años, según los datos difundidos ayer por el Departamento de Trabajo. La estructura de la creación de empleo en agosto reflejó de modo significativo lo que está ocurriendo en la primera economía del planeta: las empresas contrataron a decenas de miles de personas más en sectores como la informática, el procesamiento de datos y los servicios de salud, mientras despidieron en el sector manufacturero.

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Esos y otros datos difundidos ayer confirman la persistencia de la buena salud de la economía estadounidense. Ahora el comentario corriente de los empresarios es que tienen muchas más dificultades para encontrar mano de obra que créditos baratos. Los sectores punteros de la nueva economía, los relacionados con los ordenadores e Internet y con los servicios para las clases medias, siguen tirando de la máquina económica, lo que obliga a las autoridades del país a adoptar medidas para facilitar la inmigración de profesionales extranjeros. Por el contrario, el mes de agosto registró una pérdida de 63.000 puestos de trabajo en el sector industrial clásico. Es una consecuencia de la explosión de las importaciones de productos extranjeros, impulsada por el optimismo consumista de los estadounidenses y la fortaleza del dólar, que ha continuado en los últimos meses.

Reacción inesperada

El descenso del paro desde el 4,3% de la población activa del pasado julio al 4,2% de agosto debería haber alarmado al mercado de valores de Wall Street, según los parámetros clásicos. La lectura inmediata de esa caída del desempleo es que la estrechez del mercado laboral va a provocar subidas salariales y, por tanto, va a desencadenar tensiones inflacionistas. Pero el mercado neoyorquino prefirió verlo ayer de otra manera. El dato con el que se quedaron los operadores de Wall Street, y que provocó una jornada fuertemente alcista, casi eufórica, fue que en agosto tan solo se crearon 124.000 empleos netos, frente a los 338.000 de julio. Wall Street ganó un 2,17% y superó de nuevo la barrera de los 11.000 puntos.

A la reacción inesperadamente optimista de la Bolsa de Wall Street también contribuyó el que el incremento del precio de la hora trabajada se situó en agosto en el 0,2%, por debajo del 0,3% de julio y muy lejos del 3,5% alcanzando en agosto de 1998.

Esa modesta subida del 0,2% el mes pasado, que sitúa el precio medio de la hora de trabajo en 13,30 dólares (2.088 pesetas), fue interpretada como un signo de que los salarios no se han disparado al alza, por lo que la Reserva Federal, el equivalente del banco central, no debe inquietarse por la inflación.

El gran interrogante económico estadounidense en este final de verano es si el organismo de regulación monetaria que dirige Alan Greenspan subirá los tipos de interés oficiales en su reunión del 5 de octubre, tras haberlo hecho, un cuarto de punto en cada ocasión, en junio y agosto.

La mayoría de los analistas interpretaron los datos de ayer como un signo de que la economía estadounidense, aunque manteniendo el crecimiento y un insólitamente bajo nivel de paro, no presenta signos manifiestos de "calentamiento".

Tirón de los servicios

Diversas entidades bancarias del país citadas por Bloomberg confirmaron ayer que muchos de sus principales clientes buscan trabajadores cualificados. Esas entidades añadieron un dato que puede explicar que los sueldos no se disparen, pese a la insignificancia del paro: las empresas están ofreciendo incentivos no salariales a sus empleados. El sector de servicios creó en agosto 219.000 empleos netos. Destacaron las contrataciones en el sector de los ordenadores (15.000 nuevos puestos de trabajo), las consultas médicas, los hospitales (19.000) y el turismo (17.000).

En cambio, la industria manufacturera, afectada por el debilitamiento de las exportaciones y la explosión de las importaciones, suprimió en agosto 63.000 puestos de trabajo. En julio, ese mismo sector había creado 51.000 empleos netos. La construcción también perdió el pasado mes 29.000 puestos de trabajo.

Alexis Herman, secretaria de Trabajo, informó que el sector industrial está perdiendo este año una media de 36.000 empleos netos por mes. Los más afectados son los fabricantes de maquinaria.

Los fabricantes de coches y de muebles, por el contrario, están logrando mantener y hasta mejorar en algunos casos sus posiciones, debido al afán de compra de los estadounidenses que están consiguiendo nuevos empleos o cambiándolos por otros más cualificados y mejor remunerados, lo que compensa el debilitamiento de las exportaciones.

Las mujeres y las minorías raciales y culturales siguen teniendo, sin embargo, porcentajes de paro más altos que los varones blancos. El paro femenino se situó en agosto en el 4,3% frente al 4,1% masculino. Los afroamericanos sufren una tasa de paro del 7,8% y los hispanos del 6,5%, frente al 3,7% de los blancos anglosajones.

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