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La tormenta provoca un caos de tráfico y anega la nueva plaza Cerdà

La tan esperada lluvia llegó ayer en forma de tromba de agua. La recién estrenada Gran Via de Barcelona, por debajo de la renovada plaza de Cerdà, volvió a vivir situaciones calcadas a las que se producían con la anterior calzada. El agua llegó a alcanzar casi un metro de altura en la parte más deprimida de la Gran Via, por debajo de la plaza, y agentes de la Guardia Urbana y bomberos de Barcelona tuvieron que indicar a varios conductores- y ayudar a alguno- a que hicieran marcha atrás para evitar la balsa de agua. La intensidad de la lluvia fue especialmente fuerte durante casi media hora en el distrito de Sants-Montjuïc y en la Zona Franca, con casi 80 litros por hora y por metro cuadrado. La media registrada en el resto de la ciudad fue de unos 20 litros por hora. El sistema de alcantarillado de la nueva obra de la Gran Via -uno de cuyos objetivos perseguía precisamente poner fin a las inundaciones cuando se producían aguaceros como el de ayer- no pudo soportar la lluvia que en esa zona supuso 35 litros por metro cuadrado. Un portavoz municipal achacó los problemas que se produjeron a la fuerte intensidad del agua que cayó en ese punto en poco menos de media hora y no a la incapacidad de los sistemas de alcantarillado. El tráfico de vehículos en la parte inferior de la Gran Via, por debajo de la plaza Cerdà, estuvo cortado desde las 18.30 hasta las 22,40 horas. Los bomberos tuvieron que trabajar a marchas forzadas para extraer el agua acumulada en 400 metros y los sedimentos. Tres vehículos tuvieron que ser sacados de la balsa de agua que generó la lluvia. Otra de las vías que también registró especiales problemas fue la también renovada Ronda del Mig, que fue cortada al tráfico de vehículos por espacio de una hora y en la que se formaron balsas de agua de unos 30 centímetros. El tránsito de vehículos también quedó interrumpido en la calle de Castillejos, en las proximidades del Teatre Nacional, por espacio de una hora. La de ayer fue una fuerte tormenta que castigó no sólo a la capital catalana, sino a todo el litoral y a otras comarcas del interior, como la Anoia y el Penedès. El agua provocó numerosas retenciones de tráfico en varias carreteras.PASA A LA PÁGINA 8

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