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La derecha rusa forma una alianza con Chubáis, sospechoso de corrupción, como jefe de campaña

Los dirigentes de la derecha rusa, entre los que figuran dos exprimeros ministros y otros tantos exvicejefes de Gobierno, formaron ayer un bloque electoral para ir conjuntamente a las legislativas de fin de año. Como jefe de la campaña, la Unión de Fuerzas de la Derecha ha elegido a Anatoli Chubáis, uno de los altos responsables rusos a los que han salpicado los últimos escándalos de corrupción. Chubáis, el padre de la privatización salvaje que ha vivido Rusia en los últimos años, es uno de los presuntos implicados en el blanqueo de dinero a través del Bank of New York.

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A Chubáis, además, se le ha acusado de tener cuentas bancarias en el extranjero, a las que habría ido a parar dinero correspondiente a comisiones ilegales, algo que se ha apresurado a desmentir categóricamente. Pero son pocos los que dudan que ha recibido dinero en comisiones ilegales. Todavía está fresco en la memoria de los rusos el escándalo de un libro sobre la privatización rusa, por el que Chubáis y otros amiguetes suyos recibieron 100.000 dólares (16 millones de pesetas) a pesar de no haber escrito ni una sola línea.Otro de los dirigentes de la nueva alianza es Yegor Gaidar, presidente del partido Opción Democrática de Rusia. Gaidar es el exprimer ministro que introdujo la terapia de choque en Rusia y quien patrocinó el plan de privatización de Chubáis. Precisamente gracias a la gestión de estos altos funcionarios algunas personas lograron hacer fortunas de la noche a la mañana, convirtiéndose en los llamados oligarcas. Entre éstos figura Borís Berezovski, amigo de Chubáis y de Tatiana Diachenko, hija y asesora del presidente Borís Yeltsin. Berezovski es uno de los investigados actualmente en relación con la exportación ilegal de divisas de la compañía aérea Aeroflot.

Otro de los que firmaron el pacto de la Unión de Fuerzas de la Derecha es Serguéi Kiriyenko, el exprimer ministro responsable de la devaluación del rublo en agosto del año pasado, que causó una de las más graves crisis financieras y políticas de Rusia. Kiriyenko ha firmado el acuerdo en representación del partido Fuerza Nueva, que fundó después de dejar la Casa Blanca y que ahora preside. Componen la Unión, además, los movimientos Právoye Delo (juego de palabras que puede traducirse como La Causa de la Derecha y también como Causa Justa) y La Voz de Rusia, este último, encabezado por el gobernador de Samara.

Fuera de la coalición han quedado las fuerzas de centroderecha, representadas ante todo por Nuestra Casa es Rusia, dirigida por otro exprimer ministro, Víktor Chernomirdin. El que no se haya podido realizar una alianza amplia, que incluyera a todas las organizaciones citadas, pone en un grave peligro a la derecha, que puede quedarse sin representación en el futuro Parlamento. Para tener representación en la Duma Estatal, los diferentes partidos o bloques electorales deben sacar por lo menos un 5% de los votos y, divididos, va a hacer difícil que lo consigan. Este requisito se refiere a la mitad de los 450 escaños que tiene la Duma, que se eligen por listas con un sistema proporcional. La otra mitad se elige en circunscripciones de un escaño con un sistema mayoritario.

"La derecha vencerá"

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A pesar de ello, Chubáis se muestra optimista. "En los últimos diez años nos han querido hacer creer que la época de las ideas de derecha ha pasado, que la propiedad privada y la economía de mercado son imposibles en Rusia. Estoy catégoricamente en contra de esas opiniones y confío en que Rusia será una potencia mundial en el siglo XXI. A fines del XIX y comienzos del XX en Rusia se formó uno de los sistemas de mercado más eficaces del planeta. Nosotros somos los continuadores de la historia rusa y precisamente por eso estoy convencido que los derechistas vencerán en Rusia", declaró. Al mismo tiempo, Chubáis acusó a Nuestra Casa es Rusia de ser la culpable de no haber formado una coalición más amplia, y agregó que con ello Chernomirdin "ha cometido el más grave error político en sus diez años de permanencia en el poder".Mientras tanto, los dirigentes del Partido Comunista (PC) se reunieron ayer a puerta cerrada para discutir la táctica a seguir ahora que la mayoría de sus aliados los ha abandonado: el Partido Agrario decidió unirse a Patria-Toda Rusia y otro tanto hizo el movimiento Legado Espiritual. Incluso el Movimiento de Apoyo al Ejército, encabezado por los izquierdistas más radicales, no concurrirá a las elecciones en el bloque del PC.

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