Negocios embrollados y dinero ruso

Jesús Gil Marín ha trasladado a Estepona el modelo financiero que su padre aplica en Marbella desde 1991. Al igual que su progenitor, una de sus primeras iniciativas como alcalde con mayoría absoluta fue crear un entramado de empresas municipales, regidas por personas de su confianza, para abastecer los servicios del ayuntamiento mediante facturas ajenas al control de los interventores.Tres de sus concejales, Víctor Sánchez Pinacho, Antolín González Quintana y José Ignacio Crespo de Lucas -este último designado por Gil como candidato a la presidencia de la Junta de Andalucía- integran los Consejos de Administración. Ellos se han votado a sí mismos en el ayuntamiento en la contratación de servicios y en la cesión de patrimonio de suelo municipal por valor de 2.500 millones. Han acogido laboralmente a numerosos familiares y dejado unas deudas cercanas a los 4.000 millones de pesetas, según los actuales regidores municipales.

El nombre de Jesús Gil Marín no figura en esta sociedades. Sí aparece, en cambio, en la presidencia de la empresa La Casa Ruso Hispana SA, constituida en septiembre de 1994 con dos diplomáticos rusos y un ex futbolista del Dínamo de Moscú, para canalizar inversiones rusas en la Costa del Sol. El consejero de La Casa Ruso Hispana es José Luis Garaizábal Abad, socio del alcalde de Marbella y directivo de la empresa Cyrus Field, agraciada con el negocio especulativo más rentable de la era GIL en Estepona.

Cyrus Field recibió, tras declararse desiertas las subastas, los derechos urbanísticos sobre 35.000 metros cuadrados por 492 millones, un precio que el Ayuntamiento actual entiende que es, como mínimo, tres veces mayor. La fiscalía de Málaga investiga el caso.