El 'caso Pinochet'

Alucinado, primero, y después, escandalizado, al oír las tesis de la Fiscalía General del Estado en el proceso contra el general chileno Augusto Pinochet, me pregunto lacónicamente cómo alguno de nuestros dirigentes sigue pronunciando el estribillo de que "España va bien".Yo creía que la Fiscalía de un Estado de derecho como el nuestro tenía que hacer uso de su derecho a intervenir en asuntos que afecten al Estado español y a sus ciudadanos, sea donde sea que hayan acontecido los mismos. Como individuo, tengo que reconocer que la Fiscalía está en su derecho de intervenir legalmente, pero como persona me pregunto si moralmente se pueden aceptar los argumentos que la misma propugna: la interpretación dada a la palabra "tortura" por parte de la Fiscalía es realmente kafkiana y es el mejor ejemplo de cinismo puro y duro aparecido en este país en los últimos años.

Es preocupante que en este país, una institución que debiera dar ejemplo de ecuanimidad y justicia propugne una serie de vericuetos (y trampas legales) desconocidos para la gran mayoría de la población para conseguir que un asesino eluda su más que merecido encuentro con los tribunales.

Que la Fiscalía del Estado actúe así es muy preocupante, pues indica una sumisión a los deseos de un Gobierno, el cual nos está demostrando que es más importante seguir manteniendo unas buenas relaciones con el país chileno (y por extensión con toda Iberoamérica) que dejar que la justicia caiga con todo su peso sobre la figura del general Augusto Pinochet.

Si España, que dice ser un Estado de derecho, tiene uno de sus poderes coaccionado y presionado por culpa de una institución cuya ideología política ha quedado ya demostrada con otras actuaciones y declaraciones lamentables, y el Gobierno actual no hace nada para remediar esta situación creada, es que el recuerdo de los cientos de seres humanos torturados, vejados y asesinados vilmente por orden del general Pinochet pesa menos que la posibilidad de obtener algún tipo de compensación (aunque sea económica) por parte chilena.

Mientras sigan produciéndose estas situaciones, no se podrá decir que "España va bien".-