Los escolares madrileños recibirán tres horas semanales de educación musical

Alberto Ruiz-Gallardón, sobrino-nieto de Isaac Albéniz, melómano confeso, músico frustrado y presidente de la Comunidad de Madrid, se propone elevar la enseñanza musical al nivel que, a su juicio, se merece. El máximo dirigente regional ha transmitido instrucciones a su Consejería de Educación para que elabore un "plan de renovación de las enseñanzas musicales" en todos los niveles educativos. Lo más revolucionario en el borrador consiste en la equiparación de las clases de música en la escuela con las de inglés, lo que implica pasar de una a tres horas semanales.

"Tenemos unas pretensiones superiores a las que recoge la LOGSE", presumió ayer Ruiz-Gallardón durante una visita al futuro Conservatorio de Getafe. El mandatario madrileño, un político que siempre ha tenido clavada la espina de no ser un virtuoso del piano, cree que desde su Administración puede dar un drástico vuelco al panorama de la enseñanza de las corcheas, semicorcheas, formas musicales y claves de fa o sol.Y es que, en un futuro cercano, los niños madrileños se familiarizarán con los secretos del lenguaje musical (antes, solfeo) igual que se adentran en la gramática y el vocabulario del inglés. "No se puede mantener el desprecio infinito que se le ha dedicado a las enseñanzas musicales durante los últimos 140 años en España", apuntó ayer, enfático, Ruiz-Gallardón. Y apostilló: "La música no puede estar prácticamente fuera del sistema educativo, de forma que los alumnos que la escogen lo hagan a costa de su tiempo libre. Ésta es una situación que ha frustrado muchas vocaciones musicales".

Hora de dramatización

En la actualidad, los alumnos de educación primaria (de 6 a 12 años) sólo disponen de una sesión a la semana para educación musical. En algunos colegios públicos, los profesores de música asumen también la hora que la LOGSE contempla para dramatización, de modo que, en la práctica, sus colegiales se adentran en el mundo de la expresión artística musical durante dos horas semanales.Si se confirma el anuncio del presidente del Ejecutivo madrileño, la música estará presente en la escuela durante tres horas, igual que el inglés o las matemáticas. "Para el niño madrileño, tiene que ser tan importante aprender solfeo como un segundo idioma", concluyó Ruiz-Gallardón.

Las reformas musicales que prepara la Comunidad, ahora que la Administración regional ha asumido todo el sistema educativo, alcanzan también a la enseñanza profesional. En la actualidad, los alumnos que acceden al Real Conservatorio Superior de Música (como muy pronto, a partir de los ocho años) sólo pueden optar a la condición de diplomados, a pesar de que estos estudios oficiales, repartidos en un grado elemental, otro medio y un último superior, se prolongan durante 15 temporadas. La Consejería de Educación se propone ahora equiparar el conservatorio a una titulación universitaria, de modo que quienes finalicen sus estudios de música gozarán de la condición de licenciados.

Este ascenso de categoría es una reivindicación casi histórica de los músicos en España, un gremio que se llevó una importante decepción cuando estas pretensiones no aparecieron incluidas en el texto definitivo de la LOGSE. Mientras el plan regional de mejora de las enseñanzas musicales no entre en vigor, un profesor de, por ejemplo, guitarra, violín, piano o contrabajo en el conservatorio seguirá teniendo la misma categoría profesional de un maestro y cobrando, en consecuencia, menos de 200.000 pesetas mensuales.

Por último, el Gobierno regional también quiere poner en marcha varios centros integrados, para quienes más despunten en el mundo de la música, donde los estudios de la enseñanza general compartan espacio con los musicales. El primero de estos centros será el Conservatorio Padre Feijóo, en El Escorial, donde los futuros grandes intérpretes podrán perfeccionar su técnica "sin descuidar el sistema educativo ordinario", anotó Ruiz-Gallardón.