Una maniobra quirúrgica mal resuelta causó la muerte del paciente de La Ribera

La familia de Miguel Estarlich, el vecino de La Garrofera de Alzira que murió el pasado 3 de agosto desangrado durante una intervención quirúrgica en el hospital de la Ribera, confía en ganar el caso después de conocer el resultado de la autopsia practicada por el Instituto Anatómico Forense de Valencia, en la que revela que se produjo "una maniobra quirúrgica instrumental mal controlada". Los familiares denunciaron a la dirección del hospital por "negligencia" ante el Juzgado número 4 de Alzira, tras fallecer este agricultor de 47 años durante la intervención de una hernia de hiato. El director médico del centro sanitario, Ángel Giménez, confirmó que se produjo una hemorragia durante la disección del esófago, al afectar a un vaso importante, si bien matizó que el paciente "presentaba probablemente una anomalía vascular difícil de detectar y que sólo se detecta durante una intervención quirúrgica". La autopsia no confirma la versión del hospital. Antonio Estarlich se reafirmó ayer en que durante la intervención de su hermano, no se encontraba en el hospital ningún especialista cardiovascular, que hubiera sabido cómo taponar la hemorragia. Por su parte, el consejero de Sanidad, José Emilio Cervera, aseguró ayer en Castellón que este caso se ha tratado "de forma frívola" y "con profanación política", informa María Fabra.