Sampietro cumple su palabra y hace consejera a la tránsfuga Bermúdez y viceconsejero a su marido

Todo marcha según lo previsto en Ceuta. El nuevo presidente, Antonio Sampietro, del GIL, confirmó ayer oficialmente que la tránsfuga socialista Susana Bermúdez tendrá el cargo de consejera de Cultura y Patrimonio como ella quería. Además, también según lo anunciado, su marido, Francisco Cazalla, será viceconsejero de Participación Ciudadana. Ambos tendrán una amplia libertad para nombrar a personas de su confianza en sus equipos. En una rueda de prensa, Sampietro anunció, de manera muy confusa, que su grupo podría promover un "cupo de pesca" para los barcos de Ceuta, aunque también aclaró que no pretende invadir las competencias del Estado en este y otros asuntos.

La tránsfuga socialista y su marido serán los únicos dos miembros del nuevo Gobierno del GIL en Ceuta que no iban en las listas o estaban próximos al grupo antes de las elecciones. La presencia de ambos no es más que una contraprestación por el imprescindible apoyo prestado por Bermúdez a la moción de censura que ha desbancado a Jesús Fortes, del PP, y propiciado que Sampietro tome posesión como nuevo presidente de Ceuta el sábado. Lo hará en las Murallas Reales y no en el salón del Trono del palacio de la Asamblea como es habitual, para "que participe el pueblo".Los puestos que ambos obtienen ya estaban anunciados, pero se confirmaron ayer. Además, tanto Sampietro como Bermúdez coincidieron en que ella y su marido van a tener "todas las facilidades" para nombrar a gente de su confianza en sus equipos. Por si fuera poco, Bermúdez obtendrá la presidencia de una sociedad municipal, que se creará especialmente para gestionar los actos culturales en la ciudad.

La tránsfuga socialista -a quien ayer el secretario de Política Autonómica del PSOE, Ramón Jáuregui, acuso de haberse "prostituido políticamente"- se mostró "muy satisfecha" por los cargos que ha obtenido y en general por la forma en la que transcurre toda la formación del Gobierno en Ceuta, de la que, de momento, no tiene queja alguna.

El Gobierno del GIL tendrá dos consejeros más (diez) que el anterior de Jesús Fortes y otras tantas viceconsejerías, frente a las 14 anteriores. Una de las pocas novedades es que el propio Sampietro se ocupará de la consejería de Gobernación, mientras que el general retirado Rafael Cárdenas, que tiene fama de duro, ocupará la dirección general de ese departamento para comandar a la Policía Local.

Conflictos raciales

Ésta es una de las claves del nuevo Gobierno, ya que se ha anunciado la contratación de 200 nuevos policías para reprimir la delincuencia. Es uno de los temas más conflictivos, ya que los colectivos musulmanes, que representan el 30% de la ciudadanía, temen que la represión pueda caer sobre ellos, y que pueda provocar conflictos raciales.Sampietro anunció también que la primera medida de su Ejecutivo será la de anular la subida de sueldos (de 150.000 pesetas para los diputados y 250.000 para el presidente) que aprobó el anterior. Y que en toda la legislatura no se aumentarán de nuevo. La oposición cree que hará exactamente lo contrario, y se basa en los ejemplos que el grupo GIL ha dado en otros lugares, como Marbella o Estepona.

En la misma rueda de prensa, Sampietro anunció que su grupo no descarta fomentar que haya un cuota especial para los pescadores de Ceuta. "¿Por qué no?", se preguntó. Luego aclaró que no se pretende invadir compentencias del Estado, sino sólo garantizar que los barcos de Ceuta puedan pescar en los caladeros tradicionales. En realidad, más bien pareció una idea planteada sobre la marcha y sin mucho estudio.

Siguiendo con el espinoso asunto de las relaciones con Marruecos, el líder del GIL en Ceuta anunció que también se están estudiando posibles acuerdos de hermanamiento de la ciudad autónoma con municipios del norte de ese país para fomentar el turismo de habitantes de Ceuta en esas zonas, con playas mucho mejores que las que hay en la ciudad española.

A cambio, Sampietro propone que los marroquíes puedan disponer de los servicios hospitalarios de Ceuta, algo que ya se produce en muchas ocasiones. En general, en el tema de las relaciones con Marruecos, tanto Jesús Gil como Sampietro parecen lanzar ideas sin mucha base, que pueden ser interpretadas de distintas maneras, porque no son nada claras.