CiU rechazará un cara a cara con el candidato socialista

Convergència i Unió (CiU) no considera necesario que Jordi Pujol se enfrente a un debate cara a cara con su principal contrincante, el socialista Pasqual Maragall. En ninguna de las últimas campañas se ha hecho y en ésta, el presidente de la Generalitat y futuro candidato a la reelección no hará ninguna excepción. Las encuestas tendrían que reflejar unos pésimos resultados para la coalición nacionalista para que Pujol aceptara finalmente el reto que le ha planteado Maragall. El presidente catalán lo tendrá fácil para rechazar la propuesta, según comenta un dirigente de Convergència. El alcalde de Barcelona, el socialista Joan Clos, rehusó otro cara a cara televisivo con el candidato de CiU, Joaquim Molins, en las pasadas elecciones municipales. La dirección nacionalista utilizará este argumento cuando el PSC le reproche su negativa a celebrar el debate. Los dirigentes de Unió y Convergència celebraron ayer la primera reunión del comité de estrategia electoral tras la convocatoria de los comicios autonómicos, anunciada anteayer por Pujol. A diferencia de anteriores campañas, la dirección política ha optado por configurar un comité integrado por un grupo muy reducido de miembros, de total confianza de la cúpula. Ésta ha sido una decisión personal del secretario general de CDC, Pere Esteve, que se ha hecho cargo de la dirección de la campaña al no ser candidato en esta ocasión. En las municipales y europeas del pasado mes de junio fue el secretario de organización de CDC, Felip Puig, el encargado de esta misión pues Esteve era el cabeza de lista al Parlamento de Estrasburgo.