La Guardia Civil sospecha que el móvil del crimen de la masía de Alicante es el robo

La Guardia Civil baraja el robo como principal móvil del crimen de tres personas, que murieron asesinadas a golpes y después fueron calcinadas, el pasado viernes en el interior de una masía de Benifallim (Alicante). Las autopsias realizadas a los cuerpos de la propietaria de la finca, Elvira Mullor Miró, de 54 años; al tío de ésta, Francisco Miró, de 72, y al pastor que trabajaba en la masía, Rigoberto Esteve, de 47, confirman que antes de morir fueron torturados por el autor o los autores de la matanza, posiblemente con la intención de forzarles a que entregaran dinero. Una vez muertos, prendieron fuego a los cadáveres.La reconstrucción del triple crimen, realizada el domingo por especialistas de la Guardia Civil, no ha aportado datos significativos a la investigación. No hay testigos, y el único sospechoso, un empleado eventual de la finca, quedó descartado tras ser interrogado. Tampoco hay huellas del autor o autores del crimen. El fuego se encargó de borrarlas.

El subdelegado del Gobierno en Alicante, Luis Garrido, que ayer se entrevistó con el coronel jefe de la Comandancia de Alicante, confirmó que la hipótesis del robo es la más viable en estos momentos de la investigación, y lamentó que el incendio que se produjo en la masía pueda dificultar la obtención de pruebas, ya que el fuego ha podido destruir objetos con huellas que pudieran identificar al asesino o asesinos.

Los funerales por los tres asesinados se celebraron ayer en dos iglesias de Alcoy. Al sepelio asistió la presidenta de las Cortes Valencianas, Marcela Miró, familiar directa de dos de las víctimas. Más de un centenar de personas se congregó en la Iglesia alcoyana de Santa María, entre ellas representantes municipales de Alcoy, ciudad de la que una de la víctimas, Francisco Miró, fue teniente de alcalde y presidente de la Cámara Agraria.

Negocios de 200 millones

El alcalde de Benifallim, José Carlos Barrachina, también avala la hipótesis del robo, al recordar que a la propietaria de la finca se la conocía en la comarca por ser una persona muy acaudalada. Según apunta el concejal, Elvira era una gran terraniente que poseía propiedades es casi todos los municipios de las comarcas de L"Alcoià y el Comtat, ubicadas al norte de Alicante. Incluso, ha revelado que hace seis o siete meses atrás había negociado la venta de unos terrenos de 180.000 metros cuadrados en el término municipal de Muro d"Alcoy, que iban a ser utilizados para construir un polígono industrial. Fuentes cercanas a la investigación indicaron que la mujer asesinada había formalizado una operación financiera por importe de 200 millones de pesetas.Para el alcalde de Alcoy, Josep Sanus, este asunto "ha de esclarecerse con rapidez, para la tranquilidad de todos". A su juicio, un crimen de este calibre "no puede quedar impune".