Los secuestradores iraníes de los tres españoles exigen nuevas condiciones

El logro de un acuerdo entre las autoridades iraníes y la banda de narcotraficantes renueva las esperanzas en una pronta liberación de los tres españoles, un italiano y un iraní, retenidos desde hace diez días al sureste de Irán, a pesar de las nuevas condiciones planteadas por sus secuestradores."Las fuerzas de seguridad han logrado un acuerdo con los secuestradores tras las negociaciones", afirmó ayer el director general del Departamento de Seguridad de Kermán, Abbas Doagoei. "Los secuestradores no tienen ninguna orientación política. Son narcotraficantes que quieren canjear a los turistas por dos de sus cabecillas encarcelados", añadió Doagoei sin mencionar las condiciones del acuerdo. Los captores exigen también que las autoridades les entreguen los cadáveres de cinco de sus compañeros que murieron recientemente en un enfrentamiento con la policía antidroga de Kermán.

Fuentes del Departamento de Seguridad de Kermán, afirmaron: "Hoy [por ayer], podemos asegurar que los rehenes se encuentran en buenas condiciones de salud". Los capturados son los religiosos españoles Cosme Puerto, de 57 años, y Joaquín Fernández, de 70, y el informático Pedro García, de 34, además del italiano Massimo Catabriga y el iraní Ramatollá Soleimanei. Estas personas fueron sacadas a punta de pistola del hotel Gorbasir de Kermán, por tres hombres y dos mujeres, cuando estaban cenando.

Presencia del ministro

Kermán está situada cerca de las fronteras con Afganistán y Pakistán, a unos 800 kilómetros al sureste de Teherán. "La liberación de los rehenes estaba ya acordada para el sábado. Sin embargo, los secuestradores pidieron algo más", informaba ayer el diario independiente Entejab. Los captores, miembros de la tribu Shah Bajashr, "quieren ahora que el ministro del Interior iraní esté presente en Kermán en el momento de la liberación, y que firme un acuerdo que garantice la seguridad de los captores", añade. Una petición similar habían planteado miembros de una tribu local cuando secuestraron, en junio pasado, en la misma zona, a tres ciudadanos italianos, y fue aceptada en aquel momento por Teherán.Pese al lento ritmo de los contactos, España sigue esperando, "con optimismo", que los rehenes sean liberados sanos y salvos. "Los contactos son lentos. Cuando hay algo que proponer a los captores, se necesitan varias horas para hacerles llegar el plantamiento. Igualmente la respuesta tarda en llegar a las autoridades" iraníes, dijo ayer el encargado de negocios español en Teherán, Juan Carlos Gafo. España expresó, desde el principio, que confiaba plenamente en Irán para liberar a los rehenes, y que estaba dispuesta a colaborar en todo lo que le pidieran los funcionarios iraníes, pero señaló que no iba a intervenir en los contactos con los secuestradores. Las autoridades iraníes, por su parte, se han comprometido a no intentar el rescate por la fuerza, para no arriesgar la integridad de los secuestrados.