_
_
_
_
Tribuna:LA PAELLA DE LAS VANIDADES - GUILLEM MARTÍNEZ
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Eurosantiago

Las calles están repletas de gente con esa tendencia hispana a la uniformización. El producto estrella es la Barbie Peregrina. Kent debe de estar preguntándose en qué falló

- Santiago, Fonseca, Romeo y Julieta, etc. a) Matutes, obrero a tiempo parcial del mes; b) se presenta en Londres el sujetador Último, un modelo que medita tan bien las líneas femeninas que hasta tiene jaqueca. Hola. Soy yo. Estoy en Santiago. Mi abuelo era de Santiago. Concretamente, de Santiago de Cuba. Referencias memoriales: mulatas buscando en la basura blumers que las blancas de la Yuma tiraban a la basura, mineros entrando a caballo en los bares el viernes a la noche; Pablito Tres Piernas Muntaner, actuando. Bueno. Hecho un vistazo a Santiago. O Santiago ha cambiado mucho o, definitivamente, me he equivocado de Santiago. Denme cinco minutos.- Santiago y cierra España, por defunción del propietario. Han pasado cinco minutos. Definitivamente, estoy en Santiago. De Compostela. Galicia. Y aquí inciso, antropología gallega: si en una escalera te encuentras a un gallego bajando por el hueco de la escalera, es que en el piso de arriba está Fraga. Fin del inciso. En el siglo IX se encontraron en Santiago los restos del apóstol Santiago. Descubrimiento, en latín se dice inventio, de manera que en su día nadie engañó a nadie. Santiago era un póquer simbólico de la monarquía asturiana para distanciarse de Roma y del Sacro Imperio. Coincidiendo con esa apuesta, se hizo otra en el mismo sentido, pero aún más bestia. Era la herejía de la Adopción, un intento de crear una iglesia hispana autóctona. El Sacro Imperio y Roma les pudieron dar para el pelo a los adopcionistas, pero no a Santiago, que coló. Santiago participó muy pronto en batallas contra los infieles, infligiendo grandes daños colaterales. La primera iglesia edificada en el protectorado de Marruecos, por cierto, estaba consagrada a Santiago Matamoros, una opción que ilustra un poco la magnitud de la tragedia en el protectorado de Marruecos. De vez en cuando, alguno de nuestros grandes ideólogos habla en voz alta frente a Santiago. Lo más mixed emotions que he escuchado fue el mes pasado, cuando se pidió al apóstol que velara para que recuperáramos el orgullo de ser españoles. Yo soy más partidario del orgullo me-gusta-mi-novia. Bueno. Ha llovido mucho en Santiago desde el descubrimiento de Santiago. Uno ojea la prensa de hoy y descubre que no hay ningún adopcionista en el Ayuntamiento de Santiago -que es más bien PSOE-BNG-, que en enero se robaron 24 carteras y en julio fueron 150, que el pasado fin de semana Santiago se colapsó ante la presencia de 500.000 vehículos, que los comerciantes de recuerdos destacan la recepción de los bastones xacobeos, y que ha salido a la calle El periódico del peregrino del siglo XXI. Lo reparten por las calles unas simpáticas señoritas -¿the peregrinettes?-, vestidas con mi segunda marca de ropa favorita -la marca del modisto japonés Simakacho Semerrompe.

- El orgullo de ser etc. En Santiago no se cabe. Las calles están repletas de gente con esa tendencia hispana a la uniformización. Uniformización: todo el mundo lleva una vieira colgada del cuello, de manera que te alegras de no ser una vieira; todo el mundo lleva chirucas I+D; todo el mundo camina como Frankenstein, seguramente por las agujetas. Y todo el mundo avanza con un palo de peregrino. Hay tantos creyentes con palo que esto parece el monasterio donde estudió el pollo de Kung-Fu. Muchos llevan la bandera del país favorito de la Divina Providencia en el palito. Las colas para entrar por la Puerta Santa y las colas para entrar por el Obradoiro principal son de coreografía de mausoleo de Lenin, de lo que se desprende que Santiago es nuestro Lenin. Las tiendas de recuerdos lo venden todo. El producto estrella es la Barbie Peregrina. Kent debe de estar en la trastienda de la tienda, dándole al whisky y preguntándose en qué falló. En la catedral no se cabe. Cuando sueltan el botafumeiro, la gente dice olé. Hay la tira de tunos dándole al singular gracejo en las plazas. Un tuno es como una drag-queen. Pero con orgullo de ser etc. Todo el mundo tiene una sonrisa ecuménica en el rostro. A la hora de comer, no hay sitio para todos, y la sonrisa ecuménica desaparece. Mañana me afeito y el lunes estoy en el sur del Sur. No olviden vitaminarse y supermineralizarse.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_