Un camión derrama 34.000 litros de gasolina al volcar en Majadahonda

Un camión cisterna derramó en la madrugada de ayer 34.000 litros de gasolina al volcar en una rotonda de salida del eje de Pinar, en el término municipal de Majadahonda (33.100 habitantes). El líquido inflamable empapó el asfalto y un arenero hasta desembocar en una red de alcantarillado en desuso. Durante cuatro horas, la carretera estuvo cortada mientras los bomberos limpiaban el pavimento.

El siniestro sobrevino cuando el camión cisterna, de la multinacional Shell, de 60 toneladas de peso, circulaba por la rotonda de salida del eje de Pinar a Majadahonda. Eran las 3.30, y el vehículo de mercancías peligrosas se dirigía a una gasolinera cercana de Majadahonda para llenar sus surtidores. El conductor vio que algo extraño pasaba delante del camión y dio un volantazo, según la Guardia Civil de Tráfico.Tras la repentina maniobra, el camión volcó y la cisterna quedó atravesada en la calzada. Ningún otro vehículo se vio implicado en el aparatoso accidente, ocurrido a 200 metros de una urbanización.

Enseguida empezó a derramarse la gasolina de los cuatro depósitos (de 10.000 litros de capacidad cada uno). El conductor resultó herido leve. Sólo sufrió una brecha en la cabeza. El líquido inflamable se esparció por el pavimento hasta llegar al arenero de un invernadero. Luego se coló por tres alcantarillas que aún no están integradas en el resto de la red de saneamiento del municipio.

Quince efectivos del cuerpo de bomberos trabajaron desde las cuatro de la madrugada con bombas de achique para absorber toda la gasolina de las alcantarillas.

Sepiolita para absorber

La Guardia Civil de Tráfico cortó de inmediato el eje de Pinar (carretera que une la N-VI y la M-50) en ambos sentidos para que los bomberos de la Comunidad de Madrid limpiaran la calzada. Para ello emplearon sepiolita, un mineral absorbente que luego barrieron con escobas."La carretera no se va a abrir al tráfico hasta que tengamos la completa seguridad de que no queda nada de gasolina, porque la más mínima chispa de un tubo de escape puede prenderla", aseguró a Efe un portavoz de Bomberos de la Comunidad de Madrid.

Mientras tanto, una inmensa grúa levantó el camión de la calzada, para lo que fue necesario recubrirlo de espuma, con el fin de crear una capa sobre los gases que emanan del combustible y evitar que el arrastre de la cisterna pudiera provocar una chispa y la posterior deflagración.

Una pequeña parte de la gasolina derramada fue recuperada de las alcantarillas mediante el bombeo a una cisterna. A las siete y media de la mañana quedó abierto al tráfico el eje de Pinar.

El vertido de los 34.000 litros de gasolina, que fueron retirados con rapidez, no causó daños al medioambiente, según dictaminaron ayer por la mañana varios técnicos de la Comunidad, tras recoger muestras de tierra impregnada por el combustible.