_
_
_
_

Éxito apoteósico de La Fura del Baus y el Orfeón en Salzburgo

Con el montaje de 'La condenación de Fausto' la ópera se adentra en el siglo XXI

El Festival de Salzburgo vivió ayer una de sus jornadas de éxito más impresionantes de los últimos años. Raras veces una premiere levanta tal grado de unanimidad, de bravos, de pateos sonoros (una forma de manifestar el entusiasmo), de público puesto en pie, de salidas interminables de los artistas. La Fura y Plensa adelantaron con su concepción escénica la estética operística del siglo XXI. El Orfeón, en una noche de ensueño, llegó directamente al corazón.

Más información
Amor, muerte y movimiento, según Plensa

Con La condenación de Fausto concluía La Fura su trilogía de iniciación a la ópera, después de La Atlántida y El martirio de San Sebastián. El proceso de madurez alcanzado en tan breve recorrido es espectacular. Las lecturas de La Fura se sitúan a un triple nivel. En primer lugar, respetan al pie de la letra los contenidos musicales. Las arias de los cantantes, especialmente, son subrayadas con toques estéticos muy precisos, pero nunca interferidas para resaltar un efecto teatral. En segundo lugar realizan una sinopsis argumental subjetiva, expuesta con humildad y de aplicación solamente sugerida. En tercer lugar, se mueven en un nivel plástico y espacial de enorme originalidad, con un dominio apabullante de los recursos tecnológicos, desde las proyecciones hasta la luz.Plantean una estética en cierto modo futurista, pero desde una visión poética sensible e imaginativa. El cilindro, los moldes, la escalera, las lecheras, diseñadas por Plensa, son elementos de un ballet imaginario que asombra por su novedad. Las sorpresas se suceden. Hombres-lagartija que descienden boca abajo por las paredes verticales, imágenes del director de orquesta metido en el cilindro mágico, donde también se acumulan los objetos de la memoria vertidos por la luz de las lecheras, desde un piano hasta un coche, y donde Margarita destila una fuerza interior enigmática. El misterio de las imágenes atrapa. La Fura llama a esto ópera digital. Bueno. Hay algo que recuerda el cine más avanzado en el terreno de los efectos especiales. Pero La Fura está contenida, su energía es más profunda que exterior, su dominio tridimensional es aplicado con una naturalidad pasmosa y su inventiva fluye ante los ojos del espectador con una frescura contagiosa. Deslumbraron.

Grandes ovaciones

El Orfeón Donostiarra no se quedó atrás y su histórica actuación acumuló todos los elementos que le hacen estar en la élite de la excepcionalidad: afinación impecable, matización en los pianos y en los fuertes, un color cálido como pocos y un sentido expresivo emocional determinante. Además, se movieron en escena con una pericia asombrosa, aguantando la presión de Salzburgo como si actuasen aquí cada temporada. Se prepararon psicológicamente asistiendo masivamente el día anterior a La flauta mágica, de Achim Freyer. Las ovaciones que les dedicaron fueron delirantes. Dirigió con orden, claridad, dominio, equilibrio y empuje Sylvain Cambreling, al frente de una estupenda Staatskapelle de Berlín, multiplicada visualmente por los espejos que Plensa situó con acierto en el foso. Cantaron maravillosamente Vesselina Kasarova, Paul Groves y Willard White. Un reparto de lujo para una noche asombrosa.Asistió ayer al estreno el secretario de Estado de Cultura, Miguel Ángel Cortés. Entre los espectadores destilaba un entusiasmo extraordinario el escritor Mario Vargas Llosa. Una apuesta combinada entre vascos y catalanes, investigación y tradición, La Fura y el Orfeón, sólo se le podía ocurrir a Mortier. Estos días está ultimando detalles para presentar este espectáculo el próximo año en Santiago de Compostela, dentro del festival Millenium, y en San Sebastián, dentro de la Quincena. De momento, el 25 de agosto se transmite en directo por televisión en el canal Arte. No se lo pierdan. La condenación es el espectáculo estrella de Salzburgo 99. Desde una perspectiva española, es para emocionarse.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_