EL MÉDICO EN CASA Abusar del mar es perjudicial

El agua del mar es muy buena para eliminar la caspa. En cambio, para la piel, si se abusa, puede resultar una fuente de problemas. La dermatitis seborreica por ejemplo, que se manifiesta en forma de eccemas en la cara (manchas rojizas, ampollas, picores), es una consecuencia directa de la permanencia prolongada en el mar. El tratamiento no es complicado: basta con ponerse unas cremas protectoras por la noche, y acudir a un dermatólogo al final del verano que, con una prescripción adecuada, podrá resolver estos trastornos del cutis en un par de meses. Pero el mejor remedio es la prevención, y no abusar ni del sol ni del agua. "La dermatitis del bañista está muy de moda y abarca todas aquellas patologías de la piel que surgen por el contacto con el agua en piscinas y playas", señala el especialista Francisco Camacho. El dermatólogo tiene también un recordatorio para aquellos problemas puntuales que surgen continuamente en las playas, como son las lesiones de todo tipo y las picaduras de algunas especies marinas. Su recomendación es que se acuda al médico lo antes posible. Mientras tanto, Camacho apunta que, si se trata de picaduras, "una cura con vinagre o mentol aliviará los primeros efectos". Y sobre las lesiones de cuello y espalda -"que son bastante frecuentes", dice- lo primero que hay que hacer es colocar al afectado sobre una superficie lisa, manteniéndole el cuerpo y las extremidades alineadas. Hasta que llegue el equipo sanitario hay que mantenerlo abrigado y no dejarlo solo. "En ningún caso", continúa diciendo el médico, "debe echarse mano de esa pomada que se tiene en casa y que ya no se sabe para qué sirve". "La automedicación", insiste el dermatólogo, "es un riesgo, a veces mayor que la propia enfermedad".