Récord trágico en el Pirineo aragonés

Son ya más de 30 operaciones de rescate este mes de agosto. Dos montañeros y dos barranquistas han muerto. La montaña y el barranquismo están batiendo récords este año en el Pirineo aragonés. La tragedia sucedida el 27 de julio en Interlaken (Suiza), donde perdieron la vida 21 personas, sólo ha puesto de actualidad la enorme cantidad de practicantes de estos nuevos deportes y sus riesgos. En España también.Sólo el pasado jueves hubo que anotar tres servicios, dos en montaña y uno en un barranco. Y este último fin de semana el helicóptero de la Guardia Civil efectuó desde el viernes siete salidas, una de ellas para rescatar el cadáver de un vecino de Santander que falleció en Ordesa a causa de un infarto. Del viernes al domingo el helicóptero actuó en el Pico de Astazu, en Bielsa, para rescatar a dos montañeros enriscados que resultaron ilesos. El mismo día fueron rescatados dos barranquistas en los oscuros del Vedo, un herido leve y otro grave, y además durane el fin de semana en Rodella otro barranquista francés tuvo que ser evacuado por una rotura que se produjo al caer a una poza. A estas intervenciones hay que añadir otra realizada en el Moncayo. Roturas, esguinces, picaduras de insectos... pero el desenlace del rescate no es siempre salvar una vida, en ocasiones se trata de recuperar un cadáver. En esta época la afluencia de visitantes desborda las previsiones en una zona en la que se realizan el 50% de los rescates de montaña de España. Por eso desde este mes funciona el servicio de socorro medicalizado, pionero en España, que desde su puesta en marcha no ha conocido el descanso.

Riesgos

"La montaña tiene riesgos objetivos y subjetivos. Lo mejor es conocerlos y sopesarlos, porque no se puede salir alegremente al monte a riesgo de perder la vida". La frase del doctor José Ramón Morandeira, jefe de la Unidad de Investigación Mixta del Clínico de Zaragoza, e impulsor del servicio de socorro medicalizado en montaña (que funciona en Aragón desde el pasado día 1), se hace realidad en un mes en que los equipos de rescate de la Guardia Civil contabilizan tantas intervenciones que amenazan con disparar una estadística que parecía a la baja respecto a las 42 del verano anterior.El ultimo fallecido, un joven zaragozano de 24 años, Gustavo Alberto Segura, al que se tragó el sifón de Viandico en Añisclo el domingo día 7 no era un inexperto. Pero el estado de las gargantas, crecidas con las últimas tormentas, hacen de esta especialidad un deporte de alto riesgo. Otro barranco se cobró la vida el jueves día 5 de un montañero de Fuenlabrada ( Madrid) a quien una crecida de agua le sorprendió mientras rappelaba (descolgarse con cuerdas) por las paredes del Tránsito Inferior en Tella. En nueve años, de 1990 a este verano, 32 personas han perdido la vida en barrancos del Pirineo aragonés. La pasada semana se realizaron siete operaciones de rescate, tres de ellas en barrancos. Un deportista cacereño, una joven de 25 años, y un catalán fueron evacuados de barrancos en Otin, Sin y Bierge al lesionarse tras caer al agua o practicando rappel en las paredes de las garganta.

Los expertos recomiendan que se vaya acompañado de guías pero no siempre se hace así. La primera semana del mes la Guardia Civil rescató ilesos a 5 barranquistas franceses, un adulto de 42 años , tres hijos suyos y otro adulto de 38 que habían logrado refugiarse en una de las paredes del barranco de Yesa al ser sorprendidos por una crecida tras una tormenta. Un holandés fue rescatado en el barranco de la Peonera con una luxación en el hombro. Y el pasado sábado un catalán de 40 años, fue rescatado del barranco Formiga en Bierge con varias roturas en la pierna izquierda. Durante toda la semana los medios de comunicación aragoneses han recogido los datos aportados por las empresas de aventura del Pirineo en los que se reconoce un descenso en esta especialidad por el mal verano y el impacto de los accidentes como el de Suiza

Un equipo pionero

Pero no sólo son los barrancos, es la montaña que en Aragón recibe en los meses de verano una auténtica avalancha de visitantes. Otros dos deportistas han perdido la vida este mes al ser alcanzados, uno por un rayo en el ibón de Acherito y otro al despeñarse en la Maladeta. Un tercero sufrió heridas graves al caer en el glaciar del Aneto. En los siete primeros meses del año la Guardia Civil anota más de 120 rescates, 30 más que el año anterior. En el 80% de ellas se emplea el helicóptero. Por ello, desde el 1 de agosto funciona el servicio de socorro medicalizado, pionero en España.Cinco médicos que se han formado durante tres años en el Curso Universitario Especializado en Medicina de Emergencia, trabajan las 24 horas del día junto a los grupos de rescate de la Guardia Civil para actuar en las emergencias. Se han formado en técnicas de escalada y descenso,y en el tratamiento adecuado para atender casos que pasan desde una caída en el monte, golpes de calor, congelación o accidentes en el descenso de barrancos.

Su punto de referencia es el Hospital San Jorge de Huesca. Los médicos, que trabajan en el servicio de urgencias , viajan en el helicóptero de rescate de la Guardia Civil que les traslada hasta el lugar del siniestro.